LatinoConectadoLibre
Well-known member
Una vez más, el mercado inmobiliario se enfrenta a un escenario crítico. Los presupuestos de reformas están encareciendo y los plazos para iniciar las obras se están dilatando en el tiempo. ¿Qué explica este fenómeno y cómo impactará en la vida de los propietarios de hogares?
La crisis de acceso a la vivienda ha sido un punto de inflexión en la historia reciente del país. La pandemia, que comenzó en 2020, generó una demanda brutal por reformas integrales. Las listas de espera se dispararon y los proveedores se encontraban desbordados. "La pandemia fue el punto de inflexión más grande que he visto en 25 años de profesión", afirma César Martín, fundador y director de ArQuality.
El inicio de la guerra de Ucrania en 2022 ha incrementado aún más los precios de los materiales, lo que ha llevado a un aumento del 10% al 40% desde 2020. El índice de costes de construcción ha registrado un alza del 29% entre 2020 y 2024, mientras que la mano de obra ha aumentado en el 23%. El acero, el aluminio y la madera han subido más de un 25%.
Los trabajos de carpintería, electricidad y revestimientos se han visto afectados los más, ya que combinan materiales caros con una mano de obra especializada. En carpintería, las piezas hechas a medida son muy costosas, mientras que en electricidad la mayor electrificación influye en el precio.
El mercado se ha reajustado al alza y parece que de forma permanente, según Martín. "No hay margen para ajustar nada, así de simple, hay más demanda que manos", afirma. La mano de obra es la que encarece los presupuestos de reforma, con un aumento del 20% en algunas partidas.
La principal razón de los retrasos en la entrega de presupuestos y en el inicio y finalización de las obras son los plazos de ejecución, que se han alargado más de un 20%. Esto repercute directamente en los precios. "Los plazos de ejecución se han alargado más de un 20% en el caso de las reformas integrales, de cinco a seis meses aproximadamente", cuenta Candanedo.
La demanda sigue siendo alta, aunque el ritmo de crecimiento respecto al bum pospandemia se ha moderado. La mayoría de los trabajos hoy son integrales, tanto para reconfigurar espacios como actualizar todas las instalaciones con unos acabados medios. Una casa reformada puede incrementar el precio de venta en un 25%.
La crisis de acceso a la vivienda ha sido un punto de inflexión en la historia reciente del país. La pandemia, que comenzó en 2020, generó una demanda brutal por reformas integrales. Las listas de espera se dispararon y los proveedores se encontraban desbordados. "La pandemia fue el punto de inflexión más grande que he visto en 25 años de profesión", afirma César Martín, fundador y director de ArQuality.
El inicio de la guerra de Ucrania en 2022 ha incrementado aún más los precios de los materiales, lo que ha llevado a un aumento del 10% al 40% desde 2020. El índice de costes de construcción ha registrado un alza del 29% entre 2020 y 2024, mientras que la mano de obra ha aumentado en el 23%. El acero, el aluminio y la madera han subido más de un 25%.
Los trabajos de carpintería, electricidad y revestimientos se han visto afectados los más, ya que combinan materiales caros con una mano de obra especializada. En carpintería, las piezas hechas a medida son muy costosas, mientras que en electricidad la mayor electrificación influye en el precio.
El mercado se ha reajustado al alza y parece que de forma permanente, según Martín. "No hay margen para ajustar nada, así de simple, hay más demanda que manos", afirma. La mano de obra es la que encarece los presupuestos de reforma, con un aumento del 20% en algunas partidas.
La principal razón de los retrasos en la entrega de presupuestos y en el inicio y finalización de las obras son los plazos de ejecución, que se han alargado más de un 20%. Esto repercute directamente en los precios. "Los plazos de ejecución se han alargado más de un 20% en el caso de las reformas integrales, de cinco a seis meses aproximadamente", cuenta Candanedo.
La demanda sigue siendo alta, aunque el ritmo de crecimiento respecto al bum pospandemia se ha moderado. La mayoría de los trabajos hoy son integrales, tanto para reconfigurar espacios como actualizar todas las instalaciones con unos acabados medios. Una casa reformada puede incrementar el precio de venta en un 25%.