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La "efecto de agua muerta" que se vive en el lugar de trabajo. Un fenómeno sutil pero muy real que está afectando desproporcionadamente a los trabajadores mayores de 50 años.
Este término, que proviene de la navegación, describe cómo las corrientes invisibles ralentizan el paso de un barco, y se aplica en el ámbito laboral. En realidad, lo que estamos ante es una forma de discriminación sutil que afecta a los empleados con más de medio siglo de experiencia.
Su conocimiento y antigüedad, junto con salarios más altos, los convierten en objetivos perfectos para la presión adicional, la exclusión y el falta de reconocimiento. Un lector de 58 años comparte su experiencia de acoso diario por parte de sus superiores, lo que hace imposible cambiar de empleo.
La pregunta que muchos se hacen es cómo gestionar esta situación cuando renunciar no es una opción viable. Ante este problema, hay varias propuestas. Se recomienda documentar incidentes y mantener una comunicación basada en hechos. También, reforzar la presencia profesional y buscar apoyo externo a través de asesores laborales o grupos de autoayuda.
Y también es importante cuidar la vida fuera del trabajo: aficiones, aprendizaje continuo, ejercicio físico y relaciones personales sólidas contribuyen a mantener la resiliencia y la motivación. Pero ¿qué puede hacer el Estado en este tema?
Este término, que proviene de la navegación, describe cómo las corrientes invisibles ralentizan el paso de un barco, y se aplica en el ámbito laboral. En realidad, lo que estamos ante es una forma de discriminación sutil que afecta a los empleados con más de medio siglo de experiencia.
Su conocimiento y antigüedad, junto con salarios más altos, los convierten en objetivos perfectos para la presión adicional, la exclusión y el falta de reconocimiento. Un lector de 58 años comparte su experiencia de acoso diario por parte de sus superiores, lo que hace imposible cambiar de empleo.
La pregunta que muchos se hacen es cómo gestionar esta situación cuando renunciar no es una opción viable. Ante este problema, hay varias propuestas. Se recomienda documentar incidentes y mantener una comunicación basada en hechos. También, reforzar la presencia profesional y buscar apoyo externo a través de asesores laborales o grupos de autoayuda.
Y también es importante cuidar la vida fuera del trabajo: aficiones, aprendizaje continuo, ejercicio físico y relaciones personales sólidas contribuyen a mantener la resiliencia y la motivación. Pero ¿qué puede hacer el Estado en este tema?