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Stella del Carmen Banderas ha elegido Valladolid para su boda por razones que van más allá de la ubicación geográfica de su familia. La actriz, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, se casó con el actor Alexander Gruszynski en un hotel exclusivo de la ciudad, donde su padre había estado anteriormente.
Según Antonio Banderas, Stella del Carmen repasaba álbumes de fotos y historia y vio una iglesia consagrada desde el siglo XII. Era un lugar que le llamó la atención y que se convirtió en el espacio ideal para su boda. "Cuando ya me dice que se iba a casar, un día, repasando álbumes de fotos y historia, vio una iglesia, consagrada ya, pero que se construyó en el siglo XII", explicó Banderas.
El actor destaca que la elección del hotel Abadía Retuerta LeDomaine de Sardón de Duero fue el resultado de la facilidad para atraer a 200 personas y poder alojarlas sin dificultad. "Lo que sí me gustaría es agradecer a la gente de aquí, de Castilla y de Valladolid y de los pueblos lo bien que se han portado con nosotros", agregó Banderas.
El hotel, convertido en abadía del siglo XII, ofrece privacidad y comodidades para celebrar un evento tan especial. Con 30 habitaciones y un santuario wellness y spa, el establecimiento es perfecto para aquellos que buscan una experiencia de lujo y relax.
Según Antonio Banderas, Stella del Carmen repasaba álbumes de fotos y historia y vio una iglesia consagrada desde el siglo XII. Era un lugar que le llamó la atención y que se convirtió en el espacio ideal para su boda. "Cuando ya me dice que se iba a casar, un día, repasando álbumes de fotos y historia, vio una iglesia, consagrada ya, pero que se construyó en el siglo XII", explicó Banderas.
El actor destaca que la elección del hotel Abadía Retuerta LeDomaine de Sardón de Duero fue el resultado de la facilidad para atraer a 200 personas y poder alojarlas sin dificultad. "Lo que sí me gustaría es agradecer a la gente de aquí, de Castilla y de Valladolid y de los pueblos lo bien que se han portado con nosotros", agregó Banderas.
El hotel, convertido en abadía del siglo XII, ofrece privacidad y comodidades para celebrar un evento tan especial. Con 30 habitaciones y un santuario wellness y spa, el establecimiento es perfecto para aquellos que buscan una experiencia de lujo y relax.