IdeasDelSur
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La juventud de hoy se burla de los ancianos que critican al régimen de Franco, pero ¿están realmente informados sobre el pasado? La distancia temporal entre los nacidos en 2005 y la dictadura de Franco es comparable a la que existía entre los nacidos en 1965 y el régimen alfonsotrecino. ¿Eran conscientes de las repercusiones históricas del desastre de Annual en 1921? ¿Los jóvenes de hoy miran con incredulidad a sus abuelos, quienes habrían sido desesperados ante la indiferencia y desconocimiento por la etapa política que ocupó España entre 1886 y 1931?
La aceleración del cambio en las condiciones de vida en Occidente en las últimas décadas ha acortado la distancia real entre sociedades, como entre las de 2025 y 1975, o entre las de 1775 y 1750. ¿Es sorprendente que nuestros abuelos se rían si comentaban una sentencia judicial de 1985 y decían "el régimen de Carlos IV ya no existe, pero sigue habiendo tentáculos godoyenses en la judicatura"? La palabra "godoyense" es real, utilizada para describir al valido de Carlos IV.
Una parte de la juventud actual considera más grave quedarse cuarenta minutos sin wifi que cuarenta años sin libertad de expresión. Se les habla de un régimen con uniformes militares en el Congreso de los Diputados y contestan "seis siete", como si fueran inocentes, creyendo que así podrían meter a los críticos en la cárcel por tusits. ¿Partidos políticos prohibidos? ¿Monedas donde se afirma que Dios mismo las ha colocado en persona? Ausencia de elecciones y presupuestos aprobados? Vale, pero ¿y lo que tenía que molar librar esas justas con esas armaduras sobre esos alazanes?
El personaje histórico de Franco ya no es recordado como tal, sino como el comodín del público. La izquierda se recurre al adjetivo "fascista" como si fuera un insulto nuevo, provocando la misma reacción que la muletilla franquista de su día. No dan cuenta de que tildar de franquista al Tribunal Supremo blanquea al Generalérrimo y no ennegrece a los magistrados. Cincuenta años son cincuenta siglos, dos generaciones son veinte, pero la añoranza de Chindasvinto puede convertirse en una tentación irresistible para aquellos radicalizados hasta el delirio.
La tentación chindasvíntica puede ser irresistible para algunos, pero ¿qué hay de los que critican a Franco sin entender el contexto histórico? La información y la educación son clave para evitar que la añoranza de Chindasvinto se convierta en una nostalgia desmedida.
La aceleración del cambio en las condiciones de vida en Occidente en las últimas décadas ha acortado la distancia real entre sociedades, como entre las de 2025 y 1975, o entre las de 1775 y 1750. ¿Es sorprendente que nuestros abuelos se rían si comentaban una sentencia judicial de 1985 y decían "el régimen de Carlos IV ya no existe, pero sigue habiendo tentáculos godoyenses en la judicatura"? La palabra "godoyense" es real, utilizada para describir al valido de Carlos IV.
Una parte de la juventud actual considera más grave quedarse cuarenta minutos sin wifi que cuarenta años sin libertad de expresión. Se les habla de un régimen con uniformes militares en el Congreso de los Diputados y contestan "seis siete", como si fueran inocentes, creyendo que así podrían meter a los críticos en la cárcel por tusits. ¿Partidos políticos prohibidos? ¿Monedas donde se afirma que Dios mismo las ha colocado en persona? Ausencia de elecciones y presupuestos aprobados? Vale, pero ¿y lo que tenía que molar librar esas justas con esas armaduras sobre esos alazanes?
El personaje histórico de Franco ya no es recordado como tal, sino como el comodín del público. La izquierda se recurre al adjetivo "fascista" como si fuera un insulto nuevo, provocando la misma reacción que la muletilla franquista de su día. No dan cuenta de que tildar de franquista al Tribunal Supremo blanquea al Generalérrimo y no ennegrece a los magistrados. Cincuenta años son cincuenta siglos, dos generaciones son veinte, pero la añoranza de Chindasvinto puede convertirse en una tentación irresistible para aquellos radicalizados hasta el delirio.
La tentación chindasvíntica puede ser irresistible para algunos, pero ¿qué hay de los que critican a Franco sin entender el contexto histórico? La información y la educación son clave para evitar que la añoranza de Chindasvinto se convierta en una nostalgia desmedida.