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La pelea que estalló entre Andy Morales y Lucas en un concierto fue el detonante de su separación. El cantante gaditano se sintió engañado después de una conversación discográfica, pero prefirió no aclarar la verdad, lo que generó más angustia en su relación con su compañero de dúo.
Recuerda el momento en que las cosas tomaron un giro drástico: "Se vino para mí y me soltó un disparate como la copa de un pino". El presentador le preguntó directamente sobre la pelea, y Andy recordó que estaba ocurriendo en un concierto. Según él, no había tensión acumulada entre ellos, pero llevaba desde enero entendiendo los problemas de Lucas y él no se sentía comprendido.
La realidad es más complicada: el cantante se sintió "muy agobiado" y comenzó a decir tonterías para apaciguar la situación. Pero su compañero no estaba dispuesto a escuchar, lo que llevó al estallido de una pelea en la que Andy se sentía como "o me mata o voy preso".
La verdad es que Lucas no había estado preparado para enfrentar los problemas económicos y emocionales del dúo. El cantante admitió que siempre había delegado o confiado en la persona que tenía al lado, lo que le permitió evitar tomar decisiones difíciles.
Pero la relación se terminó rompiendo. "Pasaron cosas en ese camerino que yo no le haría a un amigo", admitió Andy. La pelea fue el punto de inflexión, y aunque admite que no tiene rencor hacia Lucas, su frustración es palpable: "Yo siempre he delegado o me he fiado de la persona que tenía al lado... Mis problemas económicos han sido porque no lo he llevado yo".
Recuerda el momento en que las cosas tomaron un giro drástico: "Se vino para mí y me soltó un disparate como la copa de un pino". El presentador le preguntó directamente sobre la pelea, y Andy recordó que estaba ocurriendo en un concierto. Según él, no había tensión acumulada entre ellos, pero llevaba desde enero entendiendo los problemas de Lucas y él no se sentía comprendido.
La realidad es más complicada: el cantante se sintió "muy agobiado" y comenzó a decir tonterías para apaciguar la situación. Pero su compañero no estaba dispuesto a escuchar, lo que llevó al estallido de una pelea en la que Andy se sentía como "o me mata o voy preso".
La verdad es que Lucas no había estado preparado para enfrentar los problemas económicos y emocionales del dúo. El cantante admitió que siempre había delegado o confiado en la persona que tenía al lado, lo que le permitió evitar tomar decisiones difíciles.
Pero la relación se terminó rompiendo. "Pasaron cosas en ese camerino que yo no le haría a un amigo", admitió Andy. La pelea fue el punto de inflexión, y aunque admite que no tiene rencor hacia Lucas, su frustración es palpable: "Yo siempre he delegado o me he fiado de la persona que tenía al lado... Mis problemas económicos han sido porque no lo he llevado yo".