CharlaDelContinente
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El humor y la realidad se entrelazan en un baile peligroso, especialmente cuando trata de temas tan delicados como la dictadura de Franco. El caso es que una parte del actor Alberto San Juan está convencido de que comedia y tragedia no son lo mismo.
En su último film, "La cena", San Juan interpreta a un maitre del Hotel Palace que debe organizar un banquete al mayor honor del dictador Francisco Franco en un contexto de hambruna y represión. El personaje, aunque satírico, es un auténtico psicópata, según San Juan. Lo que sigue es una comedia divertida y cruel liberadora.
Pero lo que es más grave es la forma en que se reciben estos temas. Es un dato terriblemente preocupante que más del 21% de los españoles considere que los años de la dictadura fueron "buenos" o "muy buenos". Esto sugiere una intención política de quienes están construyendo un proyecto autoritario.
San Juan se refiere a este contexto y afirma que el problema es la memoria democrática. El principal partido de derechas del país fue fundado por ministros franquistas, lo que indica una continuidad con el pasado dictatorial. Y aunque hay partidos que intentan hacer de la memoria democrática un tema, no se ha hecho nada para financiar las exhumaciones de las fosas comunes y los desaparecidos.
"La UME debería poner a exhumar las fosas de la guerra civil porque es una emergencia", afirma San Juan. Esto sugiere que el humor y la realidad deben encontrarse en un punto crítico en el que debemos enfrentarnos con la verdad sobre nuestro pasado.
En este sentido, "La cena" puede ser visto como una comedia divertida y satírica que nos lleva a reflexionar sobre la realidad. Sin embargo, es fundamental recordar que no todos los líderes son auténticos psicópatas, y debemos tratar de entender las diferencias entre el humor y la tragedia.
La última pregunta del artículo es si "La cena" es una comedia frivolia o una forma de enfrentarse a la realidad. San Juan responde que la comedia puede ser un vehículo para tratar con seriedad cualquier tema, pero también existe el riesgo de frivolización.
En su último film, "La cena", San Juan interpreta a un maitre del Hotel Palace que debe organizar un banquete al mayor honor del dictador Francisco Franco en un contexto de hambruna y represión. El personaje, aunque satírico, es un auténtico psicópata, según San Juan. Lo que sigue es una comedia divertida y cruel liberadora.
Pero lo que es más grave es la forma en que se reciben estos temas. Es un dato terriblemente preocupante que más del 21% de los españoles considere que los años de la dictadura fueron "buenos" o "muy buenos". Esto sugiere una intención política de quienes están construyendo un proyecto autoritario.
San Juan se refiere a este contexto y afirma que el problema es la memoria democrática. El principal partido de derechas del país fue fundado por ministros franquistas, lo que indica una continuidad con el pasado dictatorial. Y aunque hay partidos que intentan hacer de la memoria democrática un tema, no se ha hecho nada para financiar las exhumaciones de las fosas comunes y los desaparecidos.
"La UME debería poner a exhumar las fosas de la guerra civil porque es una emergencia", afirma San Juan. Esto sugiere que el humor y la realidad deben encontrarse en un punto crítico en el que debemos enfrentarnos con la verdad sobre nuestro pasado.
En este sentido, "La cena" puede ser visto como una comedia divertida y satírica que nos lleva a reflexionar sobre la realidad. Sin embargo, es fundamental recordar que no todos los líderes son auténticos psicópatas, y debemos tratar de entender las diferencias entre el humor y la tragedia.
La última pregunta del artículo es si "La cena" es una comedia frivolia o una forma de enfrentarse a la realidad. San Juan responde que la comedia puede ser un vehículo para tratar con seriedad cualquier tema, pero también existe el riesgo de frivolización.