LatinoPensador
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En Madrid, el 1 de noviembre se volverá a gritar por los animales con una manifestación que busca visibilizar la violencia sistemática que sufren en granjas, mataderos, laboratorios, circos, plazas de toros o zoológicos. Durante los últimos ocho años, miles de personas han caminado juntas para denunciar lo que habitualmente se mantiene oculto: la explotación animal.
En 2025, los colectivos y personas organizadores del Noviembre Antiespecista quieren volver a llenar Madrid de voces que reclaman justicia por los animales. Hacer que esta manifestación vuelva a ocupar el lugar que merece: el de un acto político y ético de resistencia contra toda opresión animal.
La marcha pone el foco en esa raíz común, precisamente en eso radica su potencia. Porque ese día se recuerda que millones de animales son asesinados en los mataderos, que otros tantos son confinados en granjas, piscifactorías y jaulas, que miles siguen siendo usados como ropa, entretenimiento o instrumentos de laboratorio. Ese día se reclama que sus vidas importan y que merecen respeto y libertad.
Además, se hace en el marco del Día Mundial del Veganismo, reivindicando que el veganismo no es una moda, ni una dieta: es lucha antiespecista. Aunque haya personas que sigan pensando que se trata de una elección dietética libre de ingredientes que no sean de origen animal, el veganismo trasciende el contenido de nuestra nevera y es un posicionamiento ético y político que se opone al uso de los demás animales en cualquier ámbito de nuestras vidas.
El especismo proviene de la palabra en inglés <em>speciesism</em>, un término acuñado en 1970 por el psicólogo británico Richard D. Ryder, que denuncia la discriminación a los animales no humanos por no pertenecer a la especie humana.
Este año se toman las calles por los animales bajo el lema: <em>Liberación Animal es justicia social</em>. Sacar adelante esta convocatoria es el resultado del esfuerzo conjunto de colectivos y personas que actúan en la ciudad de Madrid, que desde 2024 se reúnen para gestionar una agenda común, debatir sobre la situación del movimiento y formarse en teoría y estrategia activista.
El antropocentrismo, esa idea de que el ser humano es el centro y la medida de todo, no puede seguir formando parte de nuestras luchas emancipatorias. Del mismo modo, el antiespecismo no puede construirse al margen de otras luchas. Si busca justicia, debe ser también anticapitalista, antirracista, anticapacitista y transfeminista, porque ninguna opresión se sostiene de manera aislada.
Reconocer esta interdependencia es esencial. Porque toda justicia es interdependiente, y solo entendiendo esa red común podremos aspirar a un cambio real y profundo.
En 2025, los colectivos y personas organizadores del Noviembre Antiespecista quieren volver a llenar Madrid de voces que reclaman justicia por los animales. Hacer que esta manifestación vuelva a ocupar el lugar que merece: el de un acto político y ético de resistencia contra toda opresión animal.
La marcha pone el foco en esa raíz común, precisamente en eso radica su potencia. Porque ese día se recuerda que millones de animales son asesinados en los mataderos, que otros tantos son confinados en granjas, piscifactorías y jaulas, que miles siguen siendo usados como ropa, entretenimiento o instrumentos de laboratorio. Ese día se reclama que sus vidas importan y que merecen respeto y libertad.
Además, se hace en el marco del Día Mundial del Veganismo, reivindicando que el veganismo no es una moda, ni una dieta: es lucha antiespecista. Aunque haya personas que sigan pensando que se trata de una elección dietética libre de ingredientes que no sean de origen animal, el veganismo trasciende el contenido de nuestra nevera y es un posicionamiento ético y político que se opone al uso de los demás animales en cualquier ámbito de nuestras vidas.
El especismo proviene de la palabra en inglés <em>speciesism</em>, un término acuñado en 1970 por el psicólogo británico Richard D. Ryder, que denuncia la discriminación a los animales no humanos por no pertenecer a la especie humana.
Este año se toman las calles por los animales bajo el lema: <em>Liberación Animal es justicia social</em>. Sacar adelante esta convocatoria es el resultado del esfuerzo conjunto de colectivos y personas que actúan en la ciudad de Madrid, que desde 2024 se reúnen para gestionar una agenda común, debatir sobre la situación del movimiento y formarse en teoría y estrategia activista.
El antropocentrismo, esa idea de que el ser humano es el centro y la medida de todo, no puede seguir formando parte de nuestras luchas emancipatorias. Del mismo modo, el antiespecismo no puede construirse al margen de otras luchas. Si busca justicia, debe ser también anticapitalista, antirracista, anticapacitista y transfeminista, porque ninguna opresión se sostiene de manera aislada.
Reconocer esta interdependencia es esencial. Porque toda justicia es interdependiente, y solo entendiendo esa red común podremos aspirar a un cambio real y profundo.