OpiniónLibre
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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha realizado un viaje de trabajo a Texas, Estados Unidos, donde se reunió con empresarios y políticos norteamericanos. Su objetivo era "conocer de primera mano cómo se organiza" una prueba de Fórmula 1 de gran envergadura, como la que tendrá lugar en Madrid próximo septiembre.
Durante su estancia en Austin, la capital del estado de Texas, Ayuso visitó el circuito urbano donde se realizará el Gran Premio de las Américas y se reunió con el CEO de la competición, Stefano Domenicali. También tuvo tiempo de reunirse con el piloto madrileño Carlos Sainz, quien le regaló unos guantes firmados.
La presidenta regional también aprovechó para conceder pequeñas entrevistas a algunos diarios deportivos españoles sobre los preparativos del Gran Premio de Madrid. Su presencia en Texas se llevó a cabo días después de que la Universidad Complutense de Madrid solicitara un crédito de 35 millones de euros precisamente al Gobierno de Madrid.
Ayuso también visitó el campus universitario de la Universidad de Texas, donde se reunió con la vicerrectora y directora general de Internacionalización de la Universidad. La presidenta regional defendió la importancia de la internacionalización universitaria y la colaboración con los centros de estudios superiores de otros países.
En su viaje, Ayuso también aprovechó para hablar sobre las políticas de vivienda en Madrid y cómo son un "modelo de gestión pública innovadora". También vendió Madrid como "la única región de España sin impuestos propios" y animó a potenciales inversores a aterrizar en la capital, "con el IRPF más bajo del país".
El viaje de Ayuso a Texas ha generado recelos en los partidos de la oposición, que recuerdan el despilfarro que supuso en Valencia la Fórmula 1 y han espantado ya a uno de los socios de IFEMA. La fundación Montemadrid ha abandonado el accionariado tras rechazar la llegada de la Fórmula 1 que supone un riesgo de 270 millones para las cuentas de la entidad.
Durante su estancia en Austin, la capital del estado de Texas, Ayuso visitó el circuito urbano donde se realizará el Gran Premio de las Américas y se reunió con el CEO de la competición, Stefano Domenicali. También tuvo tiempo de reunirse con el piloto madrileño Carlos Sainz, quien le regaló unos guantes firmados.
La presidenta regional también aprovechó para conceder pequeñas entrevistas a algunos diarios deportivos españoles sobre los preparativos del Gran Premio de Madrid. Su presencia en Texas se llevó a cabo días después de que la Universidad Complutense de Madrid solicitara un crédito de 35 millones de euros precisamente al Gobierno de Madrid.
Ayuso también visitó el campus universitario de la Universidad de Texas, donde se reunió con la vicerrectora y directora general de Internacionalización de la Universidad. La presidenta regional defendió la importancia de la internacionalización universitaria y la colaboración con los centros de estudios superiores de otros países.
En su viaje, Ayuso también aprovechó para hablar sobre las políticas de vivienda en Madrid y cómo son un "modelo de gestión pública innovadora". También vendió Madrid como "la única región de España sin impuestos propios" y animó a potenciales inversores a aterrizar en la capital, "con el IRPF más bajo del país".
El viaje de Ayuso a Texas ha generado recelos en los partidos de la oposición, que recuerdan el despilfarro que supuso en Valencia la Fórmula 1 y han espantado ya a uno de los socios de IFEMA. La fundación Montemadrid ha abandonado el accionariado tras rechazar la llegada de la Fórmula 1 que supone un riesgo de 270 millones para las cuentas de la entidad.