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El nuevo líder del Partido Verde británico, Zack Polanski, promete conectar con las comunidades más vulnerables. Un hombre aborda a Polanski en una cafetería, y el señor le da las gracias porque dice que le ha devuelto la ilusión.
Polanski, 42 años, tiene una propuesta de comunicación innovadora: discurso ágil, agresivo y moderno, que pone por delante la justicia social y económica de la ambiental. Ha recogido y abrazado el término "ecopopulismo", que sus detractores ven como radical.
Polanski niega ser radical, pero acepta ser audaz. Dice que invirtan en servicios públicos, aseguren que el poder y la riqueza se comparten por todo el país. Y asegurémonos de que estamos escuchando a la gente, especialmente a las comunidades más pobres.
El nuevo líder del partido defiende una política que combina justicia social y ambiental como lo hacen los movimientos juveniles en los congresos verdes europeos. Pero pregunta por qué necesita ser un proyecto de izquierda en un partido verde: ¿por qué no puede ser solo el partido de la gente?
Polanski está muy orgulloso de su trayectoria porque cree que los mejores políticos son las personas que dirigen un banco de alimentos, una biblioteca o hacen trabajo comunitario. Ha sido un camino rápido y ha cambiado mucha gente.
El ecopopulismo, según Polanski, es reconocer que la política a veces puede ser demasiado académica o estar demasiado enfocada en el futuro. Consiste en conectar con las comunidades más pobres y escuchar sus luchas.
Un análisis dice que los partidos ecologistas están en horas bajas después de los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019, víctimas precisamente de las crisis sociales y económicas que oscurecen las demandas ambientales.
En el Congreso Europeo, Polanski no está en esa línea, pero los movimientos juveniles llevan mucho tiempo hablando de justicia social y climática como algo entrelazado.
Polanski, 42 años, tiene una propuesta de comunicación innovadora: discurso ágil, agresivo y moderno, que pone por delante la justicia social y económica de la ambiental. Ha recogido y abrazado el término "ecopopulismo", que sus detractores ven como radical.
Polanski niega ser radical, pero acepta ser audaz. Dice que invirtan en servicios públicos, aseguren que el poder y la riqueza se comparten por todo el país. Y asegurémonos de que estamos escuchando a la gente, especialmente a las comunidades más pobres.
El nuevo líder del partido defiende una política que combina justicia social y ambiental como lo hacen los movimientos juveniles en los congresos verdes europeos. Pero pregunta por qué necesita ser un proyecto de izquierda en un partido verde: ¿por qué no puede ser solo el partido de la gente?
Polanski está muy orgulloso de su trayectoria porque cree que los mejores políticos son las personas que dirigen un banco de alimentos, una biblioteca o hacen trabajo comunitario. Ha sido un camino rápido y ha cambiado mucha gente.
El ecopopulismo, según Polanski, es reconocer que la política a veces puede ser demasiado académica o estar demasiado enfocada en el futuro. Consiste en conectar con las comunidades más pobres y escuchar sus luchas.
Un análisis dice que los partidos ecologistas están en horas bajas después de los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019, víctimas precisamente de las crisis sociales y económicas que oscurecen las demandas ambientales.
En el Congreso Europeo, Polanski no está en esa línea, pero los movimientos juveniles llevan mucho tiempo hablando de justicia social y climática como algo entrelazado.