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Un error imperdonable en la cocina es el que muchos cometen cuando se freíe la carne en la sartén. Un error tan común que muchos carniceros ya han alertado sobre él. Aunque puede parecer extraño, hay mucha gente que lo hace sin darse cuenta.
El primer error es no esperar a que el aceite se caliente bien antes de poner la pechuga. Es un error que muchos cometen, como señala uno de los carniceros. "No esperamos a que se caliente bien el aceite", dice. "Echamos aceitito, ponemos al fuego sin ninguna paciencia y ponemos la pechuga. ¿Qué pasa? Pues que ahí está, empapada en aceite". Esto provoca que la carne se quede empapada en aceite y se cocine de manera irregular.
Otro error común es utilizar pechugas demasiado gruesas. "Eso provoca que la carne no se haga bien en el interior", advierten los carniceros. Para hacer correctamente un trozo grueso de pollo, hay que utilizar una pechuga más delgada y mucha paciencia.
Pero, ¿qué pasa si se hace demasiado? La respuesta es que la carne queda dura y sin sabor. "Hacer demasiado la pechuga" es otro error común que muchos cometemos sin darse cuenta.
Y, ¿qué hay de la sal? ¿Es mejor echarla antes, durante o después de cocinar? Ambos carniceros tomaron un experimento para determinar la respuesta y, según ellos, echar la sal antes de cocinar es el mejor. "Muy bueno", dice uno de los carniceros al probar un trozo de carne a la que habían echado la sal después de cocinar. "Es como lo suelo comer yo en casa".
Por otro lado, echar la sal durante el proceso de cocción no produce la misma calidad que echarla antes de cocinar. "Yo me quedo con la uno", dice el otro carnicero. "Me ha parecido que queda más sosa y creo que menos jugo".
El primer error es no esperar a que el aceite se caliente bien antes de poner la pechuga. Es un error que muchos cometen, como señala uno de los carniceros. "No esperamos a que se caliente bien el aceite", dice. "Echamos aceitito, ponemos al fuego sin ninguna paciencia y ponemos la pechuga. ¿Qué pasa? Pues que ahí está, empapada en aceite". Esto provoca que la carne se quede empapada en aceite y se cocine de manera irregular.
Otro error común es utilizar pechugas demasiado gruesas. "Eso provoca que la carne no se haga bien en el interior", advierten los carniceros. Para hacer correctamente un trozo grueso de pollo, hay que utilizar una pechuga más delgada y mucha paciencia.
Pero, ¿qué pasa si se hace demasiado? La respuesta es que la carne queda dura y sin sabor. "Hacer demasiado la pechuga" es otro error común que muchos cometemos sin darse cuenta.
Y, ¿qué hay de la sal? ¿Es mejor echarla antes, durante o después de cocinar? Ambos carniceros tomaron un experimento para determinar la respuesta y, según ellos, echar la sal antes de cocinar es el mejor. "Muy bueno", dice uno de los carniceros al probar un trozo de carne a la que habían echado la sal después de cocinar. "Es como lo suelo comer yo en casa".
Por otro lado, echar la sal durante el proceso de cocción no produce la misma calidad que echarla antes de cocinar. "Yo me quedo con la uno", dice el otro carnicero. "Me ha parecido que queda más sosa y creo que menos jugo".