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Jake, un antiguo electricista de Wakefield en Yorkshire, Reino Unido, nunca imaginó que rescatar a un gato callejero con graves heridas en 2018 cambiaría su vida para siempre. El gesto inicial, una acción de compasión hacia Millington, el perro que se convirtió en la inspiración del refugio, no solo creó un santuario para animales, sino también abrió la puerta a conocer a Rosie, una enfermera veterinaria que se convertiría en su esposa.
El lugar de su historia y boda resulta ser simbólico: Millington's Magical Barn, el refugio fundado por Jake tras salvar al gato Millington. "Todo empezó con él", explica Jake. "Era un gato callejero al que encontré malherido y decidí no dejarlo morir. Lo cuidé, lo llevé al veterinario y, sin quererlo, mi vida tomó otro rumbo".
La pareja se conocieron en 2020, cuando Rosie comenzó a trabajar como voluntaria en el santuario. "Nos unió nuestro amor por los animales", cuenta Rosie. "Pasábamos horas limpiando establos, cuidando caballos o alimentando cerdos, y sin darnos cuenta, también nos estábamos cuidando el uno al otro".
El pasado 2 de agosto, la pareja se casó en los terrenos del refugio, dentro de un antiguo establo transformado en una vivienda acogedora y decorada con flores silvestres. Fue una ceremonia íntima, rodeada de familiares, amigos y muchos animales. Entre los invitados más entrañables destacó Bunny, una oveja con una malformación congénita que se desplaza en una pequeña silla de ruedas.
Bunny tuvo el honor de ser la portadora de los anillos, un momento que según Jake "fue el más especial del día". Tras la ceremonia, Bunny incluso se acercó al bufé para servirse unos aperitivos, en una escena que arrancó sonrisas entre 60 asistentes.
Millington's Magical Barn es hoy hogar para más de 90 animales: caballos, burros, ovejas, cabras, cerdos, gatos y perros. Pero su origen fue humilde. Cuando Jake fundó el refugio en 2018, apenas podía costear las facturas veterinarias. La operación y tratamiento de Millington (el gato que lo inició todo) supuso una deuda de 2.000 libras (unos 2.280 euros).
"La vida en un refugio de animales es cara", cuenta Jake. "Comida, medicinas, veterinarios, alquiler, mantenimiento... La lista no termina nunca. Pero cuando miras a los animales y ves que están a salvo, sabes que todo vale la pena". Con el tiempo, el proyecto creció gracias al apoyo de Rosie, de un grupo de voluntarios fieles y de donaciones de particulares.
Para Jake, el santuario no solo salvó animales, sino también su propia vida. "Cuando fundé el refugio, estaba en un momento muy oscuro", cuenta. Cuidar de los animales me dio propósito, estructura y esperanza". Rosie coincide: "Aquí no solo curamos heridas físicas, también sanamos corazones".
Su historia se ha viralizado en redes sociales, donde comparten el día a día de los animales y sus historias de superación. En ellas, Jake y Rosie muestran ternura y la dura realidad económica de mantener un refugio. Pese a las dificultades, su compromiso no flaquea. "No somos ricos en dinero", escriben en la página del santuario, "pero lo somos en amor y gratitud".
El lugar de su historia y boda resulta ser simbólico: Millington's Magical Barn, el refugio fundado por Jake tras salvar al gato Millington. "Todo empezó con él", explica Jake. "Era un gato callejero al que encontré malherido y decidí no dejarlo morir. Lo cuidé, lo llevé al veterinario y, sin quererlo, mi vida tomó otro rumbo".
La pareja se conocieron en 2020, cuando Rosie comenzó a trabajar como voluntaria en el santuario. "Nos unió nuestro amor por los animales", cuenta Rosie. "Pasábamos horas limpiando establos, cuidando caballos o alimentando cerdos, y sin darnos cuenta, también nos estábamos cuidando el uno al otro".
El pasado 2 de agosto, la pareja se casó en los terrenos del refugio, dentro de un antiguo establo transformado en una vivienda acogedora y decorada con flores silvestres. Fue una ceremonia íntima, rodeada de familiares, amigos y muchos animales. Entre los invitados más entrañables destacó Bunny, una oveja con una malformación congénita que se desplaza en una pequeña silla de ruedas.
Bunny tuvo el honor de ser la portadora de los anillos, un momento que según Jake "fue el más especial del día". Tras la ceremonia, Bunny incluso se acercó al bufé para servirse unos aperitivos, en una escena que arrancó sonrisas entre 60 asistentes.
Millington's Magical Barn es hoy hogar para más de 90 animales: caballos, burros, ovejas, cabras, cerdos, gatos y perros. Pero su origen fue humilde. Cuando Jake fundó el refugio en 2018, apenas podía costear las facturas veterinarias. La operación y tratamiento de Millington (el gato que lo inició todo) supuso una deuda de 2.000 libras (unos 2.280 euros).
"La vida en un refugio de animales es cara", cuenta Jake. "Comida, medicinas, veterinarios, alquiler, mantenimiento... La lista no termina nunca. Pero cuando miras a los animales y ves que están a salvo, sabes que todo vale la pena". Con el tiempo, el proyecto creció gracias al apoyo de Rosie, de un grupo de voluntarios fieles y de donaciones de particulares.
Para Jake, el santuario no solo salvó animales, sino también su propia vida. "Cuando fundé el refugio, estaba en un momento muy oscuro", cuenta. Cuidar de los animales me dio propósito, estructura y esperanza". Rosie coincide: "Aquí no solo curamos heridas físicas, también sanamos corazones".
Su historia se ha viralizado en redes sociales, donde comparten el día a día de los animales y sus historias de superación. En ellas, Jake y Rosie muestran ternura y la dura realidad económica de mantener un refugio. Pese a las dificultades, su compromiso no flaquea. "No somos ricos en dinero", escriben en la página del santuario, "pero lo somos en amor y gratitud".