LatamVibrante
Well-known member
En las olas peligrosas del Steamer Lane en Santa Cruz, California, un surfista se vio obligado a vivir una experiencia única. La joven Isabella Orduna estaba remando cuando sintió un pequeño pinchazo en el pie y, al darse la vuelta, vio a una nutria marina subida en su tabla de surf.
La nutria, que había mordido su pie sin piedad, se apoderó de la plancha y la llevó a caballo durante aproximadamente 20 minutos mientras los rescatistas llegaban con todo su empeño. "Me quedé paralizada, no sabía qué hacer para echarla", relató Isabella en una entrevista con ABC.
Cuando finalmente lograron recuperar la tabla, encontraron a la joven desmayada y a la nutria descansando tranquilamente sobre el tablón. Es evidente que la nutria se había adaptado rápidamente al nuevo entorno y estaba lista para hacerlo todo de nuevo.
Pero no es la primera vez que una nutria ha jugado este truco en estos lugares. Durante los dos últimos veranos, otro ejemplar conocido como Otter 841 ha sustraido varias tablas a surfistas sin piedad. No se sabe si esta nutria es la misma que hizo el golpe hace unos días o simplemente un imitador, pero lo que sí es seguro es que los surfistas deben estar vigilantes para evitar ser víctimas de este ladrónzuelo de tablas.
Los expertos advierten que las nutrias pueden volverse muy agresivas cuando se sienten amenazadas o cuando están en busca de comida. Por eso, Isabella pide a todos los surfistas que tengan cuidado y no se acerquen demasiado a la orilla, ya que no sabemos cuándo podrían aparecer estas pequeñas bestias.
La historia es un recordatorio de que, en el mar, hay fuerzas más grandes que nosotros. Y si queremos vivir una experiencia única, debemos estar preparados para cualquier cosa.
La nutria, que había mordido su pie sin piedad, se apoderó de la plancha y la llevó a caballo durante aproximadamente 20 minutos mientras los rescatistas llegaban con todo su empeño. "Me quedé paralizada, no sabía qué hacer para echarla", relató Isabella en una entrevista con ABC.
Cuando finalmente lograron recuperar la tabla, encontraron a la joven desmayada y a la nutria descansando tranquilamente sobre el tablón. Es evidente que la nutria se había adaptado rápidamente al nuevo entorno y estaba lista para hacerlo todo de nuevo.
Pero no es la primera vez que una nutria ha jugado este truco en estos lugares. Durante los dos últimos veranos, otro ejemplar conocido como Otter 841 ha sustraido varias tablas a surfistas sin piedad. No se sabe si esta nutria es la misma que hizo el golpe hace unos días o simplemente un imitador, pero lo que sí es seguro es que los surfistas deben estar vigilantes para evitar ser víctimas de este ladrónzuelo de tablas.
Los expertos advierten que las nutrias pueden volverse muy agresivas cuando se sienten amenazadas o cuando están en busca de comida. Por eso, Isabella pide a todos los surfistas que tengan cuidado y no se acerquen demasiado a la orilla, ya que no sabemos cuándo podrían aparecer estas pequeñas bestias.
La historia es un recordatorio de que, en el mar, hay fuerzas más grandes que nosotros. Y si queremos vivir una experiencia única, debemos estar preparados para cualquier cosa.