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Una familia alemana con sueños de vida en el sol se vio obligada a regresar a su hogar.
Para Jennifer Itinga Fontan y Lukas Reinike, mudarse a España sonaba como una excelente idea. Sol todos los días y la vista al mar Mediterráneo, ¿qué podía salir mal? Sin embargo, la realidad fue muy diferente.
Los padres de Itinga ya vivían en España, así que decidieron quedarse con ellos, buscando un lugar donde vivir con mayor seguridad que en su ciudad natal, Remscheid. Pero pronto se dieron cuenta de que lograr una vivienda asequible no era tan fácil como pensaban. "Los caseros preferían alquilar a turistas o solo para estancias cortas", explicó Lukas. "Siempre íbamos con las maletas llenas y nunca llegábamos del todo".
El problema de encontrar un lugar donde vivir fue agudo, especialmente considerando el mayor costo de la vida y los salarios más bajos en España. Jennifer trabajaba 20 horas a la semana como asistente administrativa por el mismo salario que un trabajo a tiempo parcial en Alemania. Lukas, por su parte, trabajaba desde casa como representante de atención al cliente para Breuninger, pero no les alcanzaba para vivir.
El calor y la falta de comodidad en su nuevo hogar también fueron factores que contribuyeron a su decisión de regresar a Alemania. "¿Podría habértelo dicho antes?" o "¿Estás loco? ¿Has vuelto a Remscheid desde España?" son algunas de las frases que tuvieron que aguantar de sus conocidos.
Sin embargo, la familia alemana está feliz de volver a su hogar. Después de mucho tiempo dándole vueltas y finalmente mudándose a España en 2014, se dieron cuenta de que no era el lugar que habían imaginado. "Desafortunadamente, la realidad fue diferente", como lo describió Lukas.
Para Jennifer Itinga Fontan y Lukas Reinike, mudarse a España sonaba como una excelente idea. Sol todos los días y la vista al mar Mediterráneo, ¿qué podía salir mal? Sin embargo, la realidad fue muy diferente.
Los padres de Itinga ya vivían en España, así que decidieron quedarse con ellos, buscando un lugar donde vivir con mayor seguridad que en su ciudad natal, Remscheid. Pero pronto se dieron cuenta de que lograr una vivienda asequible no era tan fácil como pensaban. "Los caseros preferían alquilar a turistas o solo para estancias cortas", explicó Lukas. "Siempre íbamos con las maletas llenas y nunca llegábamos del todo".
El problema de encontrar un lugar donde vivir fue agudo, especialmente considerando el mayor costo de la vida y los salarios más bajos en España. Jennifer trabajaba 20 horas a la semana como asistente administrativa por el mismo salario que un trabajo a tiempo parcial en Alemania. Lukas, por su parte, trabajaba desde casa como representante de atención al cliente para Breuninger, pero no les alcanzaba para vivir.
El calor y la falta de comodidad en su nuevo hogar también fueron factores que contribuyeron a su decisión de regresar a Alemania. "¿Podría habértelo dicho antes?" o "¿Estás loco? ¿Has vuelto a Remscheid desde España?" son algunas de las frases que tuvieron que aguantar de sus conocidos.
Sin embargo, la familia alemana está feliz de volver a su hogar. Después de mucho tiempo dándole vueltas y finalmente mudándose a España en 2014, se dieron cuenta de que no era el lugar que habían imaginado. "Desafortunadamente, la realidad fue diferente", como lo describió Lukas.