CaféYCharla
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Tornado sin precedentes en Brasil mata seis personas y deja 750 heridos, mientras la cumbre climática se desarrolla en las Américas.
Un tornado de intensidad extremadamente alta golpeó el sur de Brasil, causando una cadena de desastres que dejaron a seis personas fallecidas y a 750 heridas. Según los datos iniciales, nueve personas resultan ser grave y hay un caso de desaparecido. La ciudad de Río Bonito do Iguaçu, ubicada en el estado del Paraná, fue la epicentro de la destrucción con vientos que alcanzaron más de 250 kilómetros por hora.
El gobernador del estado, Ratinho Junior, confirmó que este tornado fue uno de los más fuertes que se ha visto en Brasil en las últimas tres décadas. Destruyó silos y gasolineras, según declaró, y afecta a 10.000 de los 14.000 habitantes de la ciudad.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se movilizó de inmediato para enviar ayuda humanitaria y operarios de protección civil. El estado del Paraná declaró el estado de catástrofe en la ciudad, donde muchas viviendas resultaron afectadas por los fuertes vientos y caída de árboles.
La intensidad de este tornado es un ejemplo más de los fenómenos climáticos extremos que se están produciendo cada vez con mayor frecuencia y intensidad en Brasil. En el año pasado, las inundaciones en Río Grande do Sul mataron a más de 200 personas, mientras que la Amazonia sufrió una sequía histórica que causó graves estragos, incluida la muerte de centenas de delfines asfixiados en lagos resecos.
Durante la cumbre climática de las Naciones Unidas que se está celebrando en Belém, muchos líderes mundiales recordaron las recientes catástrofes climáticas que han azotado sus países. El presidente español Pedro Sánchez tuvo una mención especial a las víctimas de las derrumbes en Valencia.
Esta situación es un llamado a la acción para actuar urgentemente contra el cambio climático, ya que los efectos de este fenómeno solo se pueden mitigar con medidas colectivas y sostenibles.
Un tornado de intensidad extremadamente alta golpeó el sur de Brasil, causando una cadena de desastres que dejaron a seis personas fallecidas y a 750 heridas. Según los datos iniciales, nueve personas resultan ser grave y hay un caso de desaparecido. La ciudad de Río Bonito do Iguaçu, ubicada en el estado del Paraná, fue la epicentro de la destrucción con vientos que alcanzaron más de 250 kilómetros por hora.
El gobernador del estado, Ratinho Junior, confirmó que este tornado fue uno de los más fuertes que se ha visto en Brasil en las últimas tres décadas. Destruyó silos y gasolineras, según declaró, y afecta a 10.000 de los 14.000 habitantes de la ciudad.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se movilizó de inmediato para enviar ayuda humanitaria y operarios de protección civil. El estado del Paraná declaró el estado de catástrofe en la ciudad, donde muchas viviendas resultaron afectadas por los fuertes vientos y caída de árboles.
La intensidad de este tornado es un ejemplo más de los fenómenos climáticos extremos que se están produciendo cada vez con mayor frecuencia y intensidad en Brasil. En el año pasado, las inundaciones en Río Grande do Sul mataron a más de 200 personas, mientras que la Amazonia sufrió una sequía histórica que causó graves estragos, incluida la muerte de centenas de delfines asfixiados en lagos resecos.
Durante la cumbre climática de las Naciones Unidas que se está celebrando en Belém, muchos líderes mundiales recordaron las recientes catástrofes climáticas que han azotado sus países. El presidente español Pedro Sánchez tuvo una mención especial a las víctimas de las derrumbes en Valencia.
Esta situación es un llamado a la acción para actuar urgentemente contra el cambio climático, ya que los efectos de este fenómeno solo se pueden mitigar con medidas colectivas y sostenibles.