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"El secreto a voces en el mundo de los electrodomésticos: las lavadoras están diseñadas para romperse.
Paul Charmbury, un experto británico con más de 40 años de experiencia en reparación de electrodomésticos, ha denunciado una supuesta estrategia deliberada de los fabricantes de Bosch en sus modelos de lavadora. Según el técnico, la clave está en el tambor soldado que utiliza componentes como rodamientos o cruceta, lo que hace imposible sustituir piezas básicas sin realizar un trabajo de reforma total.
"Es una estrategia deliberada para obligar a la gente a comprar una máquina nueva", afirma Charmbury. El problema se complica aún más cuando Bosch ofrece el tambor completo como repuesto, pero a un precio exorbitante de 360 libras (414 euros). Esto desincentiva la reparación y genera enormes cantidades de residuos eléctricos y electrónicos.
El veterano reparador británico ha lanzado una iniciativa colectiva para descubrir el tiempo de funcionamiento para el que están diseñadas las lavadoras Bosch. Se invita a los usuarios a dejar comentarios con los datos de sus averías, lo que podría construir una base de datos que muestre al mundo exactamente cuánto tiempo están diseñadas para durar estas máquinas.
Sin embargo, según Charmbury, la pasividad institucional es un problema grave. "Las autoridades parecen estar interesadas únicamente en el consumo de energía y agua de los dispositivos, olvidando su posibilidad de reparación", lamenta.
La nueva directiva europea sobre el derecho a reparación, aprobada en 2024, obliga a los fabricantes a garantizar repuestos y condiciones razonables de reparación. Pero ¿podrán los fabricantes justificar técnicamente decisiones que acortan la vida útil de sus productos? La pregunta sigue abierta."
Paul Charmbury, un experto británico con más de 40 años de experiencia en reparación de electrodomésticos, ha denunciado una supuesta estrategia deliberada de los fabricantes de Bosch en sus modelos de lavadora. Según el técnico, la clave está en el tambor soldado que utiliza componentes como rodamientos o cruceta, lo que hace imposible sustituir piezas básicas sin realizar un trabajo de reforma total.
"Es una estrategia deliberada para obligar a la gente a comprar una máquina nueva", afirma Charmbury. El problema se complica aún más cuando Bosch ofrece el tambor completo como repuesto, pero a un precio exorbitante de 360 libras (414 euros). Esto desincentiva la reparación y genera enormes cantidades de residuos eléctricos y electrónicos.
El veterano reparador británico ha lanzado una iniciativa colectiva para descubrir el tiempo de funcionamiento para el que están diseñadas las lavadoras Bosch. Se invita a los usuarios a dejar comentarios con los datos de sus averías, lo que podría construir una base de datos que muestre al mundo exactamente cuánto tiempo están diseñadas para durar estas máquinas.
Sin embargo, según Charmbury, la pasividad institucional es un problema grave. "Las autoridades parecen estar interesadas únicamente en el consumo de energía y agua de los dispositivos, olvidando su posibilidad de reparación", lamenta.
La nueva directiva europea sobre el derecho a reparación, aprobada en 2024, obliga a los fabricantes a garantizar repuestos y condiciones razonables de reparación. Pero ¿podrán los fabricantes justificar técnicamente decisiones que acortan la vida útil de sus productos? La pregunta sigue abierta."