En las calles de Paiporta, Ribarroja y otras comunidades, la memoria de la catástrofe de la dana de 2024 aún resuena fuerte. El próximo 29 de octubre, marcará un año desde que ese día trágico cobró 237 vidas mortales en Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Los fotógrafos de Europa Press se han dirigido a estos lugares emblemáticos para documentar su evolución. En Paiporta, la ciudad valenciana donde la dana más devastadora ocurrió, las calles que una vez estaban llenas de vida ahora siguen con el recuerdo de la desolación. Se puede ver cómo el tiempo ha borrado algunos de los síntomas de la catástrofe, pero la emoción y la tristeza aún están presentes en cada esquina.
Al llegar al polígono Ribarroja, que se convirtió en un punto de encuentro para las víctimas y sus familias, también se pueden apreciar los cambios. La zona sigue recuperándose, pero hay ancora señales de la catástrofe como el olor a madera quemada o las huellas de las inundaciones.
En las vías de comunicación como la autopista V-30, la memoria de la dana es aún más intensa. Los coches de rescate y los camiones de bombeo siguen siendo recordados en las rampas, mientras que algunas secciones del asfalto todavía están cubiertas por una capa gruesa de sedimentos.
En Aldaia, la localidad donde el parking del centro comercial de Bonaire quedó inmerso en agua, el tiempo ha hecho su trabajo. Sin embargo, hay algunas huellas que no han podido escapar: un mural en honor a las víctimas o las barreras de señalización que aún recuerdan la catástrofe.
La fotografía es una forma poderosa de conmemorar y recordar. Los fotógrafos de Europa Press han capturado estas imágenes para que las generaciones futuras puedan apreciar el antes y después de la dana del 29 de octubre de 2024, un día que trágicamente cambió la vida de miles de personas en España.
Los fotógrafos de Europa Press se han dirigido a estos lugares emblemáticos para documentar su evolución. En Paiporta, la ciudad valenciana donde la dana más devastadora ocurrió, las calles que una vez estaban llenas de vida ahora siguen con el recuerdo de la desolación. Se puede ver cómo el tiempo ha borrado algunos de los síntomas de la catástrofe, pero la emoción y la tristeza aún están presentes en cada esquina.
Al llegar al polígono Ribarroja, que se convirtió en un punto de encuentro para las víctimas y sus familias, también se pueden apreciar los cambios. La zona sigue recuperándose, pero hay ancora señales de la catástrofe como el olor a madera quemada o las huellas de las inundaciones.
En las vías de comunicación como la autopista V-30, la memoria de la dana es aún más intensa. Los coches de rescate y los camiones de bombeo siguen siendo recordados en las rampas, mientras que algunas secciones del asfalto todavía están cubiertas por una capa gruesa de sedimentos.
En Aldaia, la localidad donde el parking del centro comercial de Bonaire quedó inmerso en agua, el tiempo ha hecho su trabajo. Sin embargo, hay algunas huellas que no han podido escapar: un mural en honor a las víctimas o las barreras de señalización que aún recuerdan la catástrofe.
La fotografía es una forma poderosa de conmemorar y recordar. Los fotógrafos de Europa Press han capturado estas imágenes para que las generaciones futuras puedan apreciar el antes y después de la dana del 29 de octubre de 2024, un día que trágicamente cambió la vida de miles de personas en España.