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En el caso de Isak Andic, fallecido el 14 de diciembre de 2024 durante un paseo con su hijo Jonathan por la montaña de Montserrat, los investigadores del Mossos d’Esquadra solo tienen alrededor de pequeños indicios que sugieren sospecha. El primer análisis del teléfono móvil del acusado no ha aportado ninguna prueba relevante que permita a la juez llevar a cabo la imputación formal contra él por el fallecimiento de su padre.
La investigación se encuentra "residenciada" en el cuerpo policial y, procesalmente, no hay dirección contra ninguna persona concreta. Sin embargo, los Mossos siguen investigando al hijo del dueño de Mango y insisten en seguir adelante con la investigación. Entre los indicios que hacen sospechar a los Mossos se incluye la forma en que se produjo el supuesto accidente, lo cual sugiere una caída por algo más que un simple resbalón.
La inspección ocular del camino donde se produjo el accidente ha llevado a que los agentes cambien de testigo a investigado en la persona de Jonathan Andic. Esto ha sido necesario para requisar su teléfono móvil y examinarlo al detalle, aunque otros indicios hasta ahora no tienen mucha consistencia.
Además, las declaraciones de nuevos testigos próximos a la familia que hablan de enfrentamientos y malas relaciones entre el padre y el hijo antes del paseo mortal han aumentado la tensión en el caso. Sin embargo, las contradicciones entre las dos declaraciones de Jonathan sobre el accidente de su padre no son muy claras.
También se ha comentado que el reparto de la herencia de Isak Andic, según su testamento, no tiene relación con su fallecimiento. La fortuna se repartió a partes iguales entre sus tres hijos, y los roces familiares surgen debido a otros detalles del testamento, como la creación de una fundación o la cantidad asignada a la última pareja de la víctima.
En resumen, aunque los Mossos siguen investigando al hijo del dueño de Mango, aún no tienen pruebas relevantes para imputarle el fallecimiento de su padre.
La investigación se encuentra "residenciada" en el cuerpo policial y, procesalmente, no hay dirección contra ninguna persona concreta. Sin embargo, los Mossos siguen investigando al hijo del dueño de Mango y insisten en seguir adelante con la investigación. Entre los indicios que hacen sospechar a los Mossos se incluye la forma en que se produjo el supuesto accidente, lo cual sugiere una caída por algo más que un simple resbalón.
La inspección ocular del camino donde se produjo el accidente ha llevado a que los agentes cambien de testigo a investigado en la persona de Jonathan Andic. Esto ha sido necesario para requisar su teléfono móvil y examinarlo al detalle, aunque otros indicios hasta ahora no tienen mucha consistencia.
Además, las declaraciones de nuevos testigos próximos a la familia que hablan de enfrentamientos y malas relaciones entre el padre y el hijo antes del paseo mortal han aumentado la tensión en el caso. Sin embargo, las contradicciones entre las dos declaraciones de Jonathan sobre el accidente de su padre no son muy claras.
También se ha comentado que el reparto de la herencia de Isak Andic, según su testamento, no tiene relación con su fallecimiento. La fortuna se repartió a partes iguales entre sus tres hijos, y los roces familiares surgen debido a otros detalles del testamento, como la creación de una fundación o la cantidad asignada a la última pareja de la víctima.
En resumen, aunque los Mossos siguen investigando al hijo del dueño de Mango, aún no tienen pruebas relevantes para imputarle el fallecimiento de su padre.