TertuliaDelSur
Well-known member
El coste de vivir a destiempo es un tema que no solo afecta la salud física, sino también la mental y el bienestar. En España, las personas que se identifican como "búhos" o vespertinas, debido al retraso en su reloj circadiano, enfrentan desafíos diarios que pueden impactar negativamente su calidad de vida.
La mayoría de la población se levanta entre las 8 y las 9 de la mañana, pero hay un porcentaje importante que se desperta aún de noche, desde octubre hasta marzo. Estas personas enfrentan problemas para adaptarse a los horarios laborales y escolares convencionales, lo que les dificulta mantener un ritmo de vida saludable.
Según expertas en el campo de la salud circadiana, como Beatriz Baño Otálora, doctora en Fisiología y profesora en la Universidad de Mánchester, existen diferencias individuales en cuanto a la hora de sueño y despertar. Estos ritmos biológicos son genéticamente determinados, pero también pueden influir factores ambientales como el sexo, la edad y los horarios de trabajo.
La sociedad se ha vuelto sesgada hacia personas matutinas, lo que significa que hay un desajuste entre el reloj interno y la hora externa. Los vespertinos enfrentan una situación similar, pero con más dificultades para adaptarse a los requerimientos laborales convencionales.
Para superar este obstáculo, expertas como Camille Lassale abogan por caminar hacia una flexibilidad en los horarios de trabajo y la educación. "Hay margen para mejorar a nivel de cada empresa, para acomodar los cronotipos y reconocer que existen estas diferencias individuales", sentencia Lassale.
La salud circadiana es un tema candente en el ámbito médico, y se han asociado alteraciones en este campo con una mayor incidencia de patologías como trastornos del estado de ánimo, problemas de sueño, problemas cardiovasculares, síndrome metabólico o ciertos tipos de cáncer.
La importancia de minimizar los desajustes entre el reloj interno y la hora externa es crucial para mantener una buena salud circadiana.
La mayoría de la población se levanta entre las 8 y las 9 de la mañana, pero hay un porcentaje importante que se desperta aún de noche, desde octubre hasta marzo. Estas personas enfrentan problemas para adaptarse a los horarios laborales y escolares convencionales, lo que les dificulta mantener un ritmo de vida saludable.
Según expertas en el campo de la salud circadiana, como Beatriz Baño Otálora, doctora en Fisiología y profesora en la Universidad de Mánchester, existen diferencias individuales en cuanto a la hora de sueño y despertar. Estos ritmos biológicos son genéticamente determinados, pero también pueden influir factores ambientales como el sexo, la edad y los horarios de trabajo.
La sociedad se ha vuelto sesgada hacia personas matutinas, lo que significa que hay un desajuste entre el reloj interno y la hora externa. Los vespertinos enfrentan una situación similar, pero con más dificultades para adaptarse a los requerimientos laborales convencionales.
Para superar este obstáculo, expertas como Camille Lassale abogan por caminar hacia una flexibilidad en los horarios de trabajo y la educación. "Hay margen para mejorar a nivel de cada empresa, para acomodar los cronotipos y reconocer que existen estas diferencias individuales", sentencia Lassale.
La salud circadiana es un tema candente en el ámbito médico, y se han asociado alteraciones en este campo con una mayor incidencia de patologías como trastornos del estado de ánimo, problemas de sueño, problemas cardiovasculares, síndrome metabólico o ciertos tipos de cáncer.
La importancia de minimizar los desajustes entre el reloj interno y la hora externa es crucial para mantener una buena salud circadiana.