LatinoCurioso
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El tono de Sarah Santaolalla es agrio y enfadado al calificar a Vox como un partido fascista. Aunque su frase puede parecer convincente, la comparación con el contexto histórico de la televisión fascista de los años 70 es pertinente.
En ese momento, las palabras del socialismo también eran utilizadas para justificar la represión y la censura. La frase "el socialismo es un partido que debería ser ilegalizado" entonces suena como una copia idéntica. Lo que es interesante es cómo los actores cambiados de bando han mantenido el mismo discurso, pero con un tono que puede parecer más convincente debido a la ausencia de represión política.
La tolerancia es un arma valiosa en la democracia y siempre debe ser defendida. Sin embargo, las acciones de Sarah Santaolalla pueden parecer una forma de intolerancia hacia los partidos de derecha, utilizando su presencia mediática como herramienta para desacreditar a sus oponentes.
En el mundo del periodismo deportivo, la regla "no te pagas por defenderte a alguien" se aplica también en política. Cuando alguien pierde su credibilidad debido a acciones propias, su imagen de defensor de un partido se ve afectada y desaparece.
La peor publicidad que alguien puede hacer es señalar constantemente a su adversario. Sin embargo, cuando algunos utilizan la táctica del ataque para justificar su posición política, esto puede parecer como si estuvieran utilizando su presencia mediática para caer en el mismo juego que denuncian.
En definitiva, la forma en que se habla sobre la oposición debe ser de manera respetuosa y constructiva.
En ese momento, las palabras del socialismo también eran utilizadas para justificar la represión y la censura. La frase "el socialismo es un partido que debería ser ilegalizado" entonces suena como una copia idéntica. Lo que es interesante es cómo los actores cambiados de bando han mantenido el mismo discurso, pero con un tono que puede parecer más convincente debido a la ausencia de represión política.
La tolerancia es un arma valiosa en la democracia y siempre debe ser defendida. Sin embargo, las acciones de Sarah Santaolalla pueden parecer una forma de intolerancia hacia los partidos de derecha, utilizando su presencia mediática como herramienta para desacreditar a sus oponentes.
En el mundo del periodismo deportivo, la regla "no te pagas por defenderte a alguien" se aplica también en política. Cuando alguien pierde su credibilidad debido a acciones propias, su imagen de defensor de un partido se ve afectada y desaparece.
La peor publicidad que alguien puede hacer es señalar constantemente a su adversario. Sin embargo, cuando algunos utilizan la táctica del ataque para justificar su posición política, esto puede parecer como si estuvieran utilizando su presencia mediática para caer en el mismo juego que denuncian.
En definitiva, la forma en que se habla sobre la oposición debe ser de manera respetuosa y constructiva.