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Un jubilado mallorquín decide dejar atrás la tristeza y la desilusión por la política para encontrar un nuevo hogar, uno que le ofrezca tranquilidad, solaz y una vida sencilla. Prachuap Khiri Khan, una provincia del sur de Tailandia, se convirtió en su refugio perfecto. En este país oriental, el mallorquín de 65 años ha encontrado la felicidad, lejos de las putadas que le hacía la gente política.
Rafael, un hombre con una historia de desilusión, decidió dejar Mallorca tras su jubilación. "Me sentía triste", cuenta en una entrevista. "Desganado por ver las putadas que nos hace la gente política. Estaba amargado". Su respuesta fue simple: "algún sitio miraré". Y así, encontró Tailandia, un lugar que le ofreció una vida completamente diferente.
El coste de vida en este país es mucho más asequible que el que conocía en España. Un apartamento moderno con piscina y gimnasio se puede alquilar por unos 400 euros mensuales. Los gastos básicos, como la luz, el agua y el gas, no superan los 60 euros mensuales. Además, una cesta de compras se puede llenar por menos de 100 euros, aunque encontrar productos españoles es complicado.
Moverse también resulta económico. Alquilar una moto cuesta unos pocos euros al día. Los taxis o moto-taxis son increíblemente baratos. Además, los servicios domésticos tienen precios muy accesibles.
Pero para mudarse a Tailandia no es tan sencillo. Los jubilados españoles deben solicitar un visado de residencia no lucrativa (non-immigrant visa O-A), que permite residir en el país sin trabajar. Sin embargo, este visado tiene restricciones y requiere la presentación cada 90 días.
Para extender la residencia tras un año, es necesario demostrar solvencia económica de 22.000 euros o ingresos equivalentes. Además, se requiere contratar un seguro médico local. Hay otros tipos de visados para diferentes propósitos, como el de trabajo por cuenta ajena o el de estudio.
En resumen, Tailandia ofrece una vida sencilla y asequible para jubilados españoles. Pero para mudarse al país es necesario cumplir con ciertas regulaciones y requisitos.
Rafael, un hombre con una historia de desilusión, decidió dejar Mallorca tras su jubilación. "Me sentía triste", cuenta en una entrevista. "Desganado por ver las putadas que nos hace la gente política. Estaba amargado". Su respuesta fue simple: "algún sitio miraré". Y así, encontró Tailandia, un lugar que le ofreció una vida completamente diferente.
El coste de vida en este país es mucho más asequible que el que conocía en España. Un apartamento moderno con piscina y gimnasio se puede alquilar por unos 400 euros mensuales. Los gastos básicos, como la luz, el agua y el gas, no superan los 60 euros mensuales. Además, una cesta de compras se puede llenar por menos de 100 euros, aunque encontrar productos españoles es complicado.
Moverse también resulta económico. Alquilar una moto cuesta unos pocos euros al día. Los taxis o moto-taxis son increíblemente baratos. Además, los servicios domésticos tienen precios muy accesibles.
Pero para mudarse a Tailandia no es tan sencillo. Los jubilados españoles deben solicitar un visado de residencia no lucrativa (non-immigrant visa O-A), que permite residir en el país sin trabajar. Sin embargo, este visado tiene restricciones y requiere la presentación cada 90 días.
Para extender la residencia tras un año, es necesario demostrar solvencia económica de 22.000 euros o ingresos equivalentes. Además, se requiere contratar un seguro médico local. Hay otros tipos de visados para diferentes propósitos, como el de trabajo por cuenta ajena o el de estudio.
En resumen, Tailandia ofrece una vida sencilla y asequible para jubilados españoles. Pero para mudarse al país es necesario cumplir con ciertas regulaciones y requisitos.