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Política de vivienda: el conflicto entre PSOE y Sumar
La izquierda española se está sumando a la tensión mediática por la crisis de la vivienda, donde el Gobierno progresista enfrenta a dos grupos dentro de su coalición. La cuestión es central para todos los partidos, ya que la crisis de la vivienda se lleva por el "sumidero" toda la política social del gobierno.
La discusión en torno a la renovación de 300.000 contratos de alquiler firmados hace cinco años se ha convertido en una lucha por ganar el apoyo electoral. La coalición progresista se divide en dos capas, donde el PSOE y Sumar tienen una visión diferente sobre cómo abordar este problema.
El PSOE propone congelar los precios de los alquileres durante tres años como una solución política. En cambio, Sumar apuesta por una política más agresiva que ir al choque con las autonomías del PP que no aplican la ley de vivienda. El desarrollo jurídico presentado por Sumar avala estas medidas y otras fiscales para presionar a la reducción del precio de la vivienda.
El PSOE reivindica todo lo que se está haciendo, argumentando que el Gobierno ha multiplicado por ocho el presupuesto de vivienda. También destacan la aprobación de la primera ley de vivienda de la democracia y el plan de 7.000 millones de euros. Por otro lado, Sumar creen que tienen que ir más lejos en su política para conectar especialmente con los jóvenes que son los principales afectados por este problema.
La discusión sobre esta cuestión seguirá, pero hay un acuerdo claro entre PSOE y Sumar en una cosa: la necesidad de intervenir un mercado ineficaz que rompe el ascensor social.
La izquierda española se está sumando a la tensión mediática por la crisis de la vivienda, donde el Gobierno progresista enfrenta a dos grupos dentro de su coalición. La cuestión es central para todos los partidos, ya que la crisis de la vivienda se lleva por el "sumidero" toda la política social del gobierno.
La discusión en torno a la renovación de 300.000 contratos de alquiler firmados hace cinco años se ha convertido en una lucha por ganar el apoyo electoral. La coalición progresista se divide en dos capas, donde el PSOE y Sumar tienen una visión diferente sobre cómo abordar este problema.
El PSOE propone congelar los precios de los alquileres durante tres años como una solución política. En cambio, Sumar apuesta por una política más agresiva que ir al choque con las autonomías del PP que no aplican la ley de vivienda. El desarrollo jurídico presentado por Sumar avala estas medidas y otras fiscales para presionar a la reducción del precio de la vivienda.
El PSOE reivindica todo lo que se está haciendo, argumentando que el Gobierno ha multiplicado por ocho el presupuesto de vivienda. También destacan la aprobación de la primera ley de vivienda de la democracia y el plan de 7.000 millones de euros. Por otro lado, Sumar creen que tienen que ir más lejos en su política para conectar especialmente con los jóvenes que son los principales afectados por este problema.
La discusión sobre esta cuestión seguirá, pero hay un acuerdo claro entre PSOE y Sumar en una cosa: la necesidad de intervenir un mercado ineficaz que rompe el ascensor social.