CharlaContinental
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Hoy es un día como cualquier otro, pero la dieta infantil está en el centro del debate. ¿Por qué los niños rechazan la fruta? Según la doctora Rosaura Leis, coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, hay alimentos que hay que probarlos nueve o diez veces para ser aceptados. La introducción de nuevos alimentos no es fácil para muchos niños, por lo que debemos buscar frutas que respondan a las papilas gustativas del menor que, en este momento, están más desarrolladas.
La manzana, la pera, el plátano o la naranja son algunas de las primeras frutas que se ofrecen a los bebés cuando comienzan con la alimentación complementaria a los seis meses. Cada una tiene un sabor y una textura distinta que no gusta a todos los menores. Lo que funciona, según la experta, es "ofrecer repetidamente este alimento a los pequeños".
El problema, sin embargo, es que muchos niños rechazan la fruta debido a factores como el sabor, la textura o las experiencias negativas en torno a la comida. Según Azahara Nieto, autora del libro "La culpa engorda", no presionar a los niños para que se coman la fruta es fundamental. "Chantajes del tipo 'si no la comes, no juegas' o 'si la comes, te doy un premio' son estrategias que generan rechazo y hacen que el acto de ingerirla se perciba como un castigo".
La pediatra Laura Álvarez, por su parte, apunta hacia el consumo de azúcar en la infancia como otro de los factores para que a los menores les cueste comer fruta. "Por lo que puedo ver en la consulta, la mayoría de niños que la rechazan tienen el paladar acostumbrado a sabores muy dulces", explica la pediatra.
Para ofrecer la fruta, es importante encontrar formas creativas y atractivas. La nutricionista Azahara Nieto sugiere elaborar la fruta en compotas, al horno, en batidos o combinadas con otros alimentos como machacar un plátano y acompañarlo con un poco de ralladura de chocolate. También ofrece el truco de ofrecer la fruta en zumos para aquellos que no la consumen de otra manera.
La OMS recomienda comer cinco raciones de frutas y verduras al día, repartidas entre tres de frutas y dos de verduras. Esta cantidad diaria aporta vitaminas, minerales, evita infecciones y aporta fibras, sobre todo la piel de la fruta que tiene un efecto saciante que impide que se picotee entre horas y evita el estreñimiento en niños.
La pediatra Álvarez considera que la fruta debe estar en casa para que los niños la vean y, sobre todo, como aconseja, que los adultos la coman. "Si nosotros dejamos de ofrecer la fruta, nunca más la van a comer y ahí es cuando nos han ganado la batalla".
La manzana, la pera, el plátano o la naranja son algunas de las primeras frutas que se ofrecen a los bebés cuando comienzan con la alimentación complementaria a los seis meses. Cada una tiene un sabor y una textura distinta que no gusta a todos los menores. Lo que funciona, según la experta, es "ofrecer repetidamente este alimento a los pequeños".
El problema, sin embargo, es que muchos niños rechazan la fruta debido a factores como el sabor, la textura o las experiencias negativas en torno a la comida. Según Azahara Nieto, autora del libro "La culpa engorda", no presionar a los niños para que se coman la fruta es fundamental. "Chantajes del tipo 'si no la comes, no juegas' o 'si la comes, te doy un premio' son estrategias que generan rechazo y hacen que el acto de ingerirla se perciba como un castigo".
La pediatra Laura Álvarez, por su parte, apunta hacia el consumo de azúcar en la infancia como otro de los factores para que a los menores les cueste comer fruta. "Por lo que puedo ver en la consulta, la mayoría de niños que la rechazan tienen el paladar acostumbrado a sabores muy dulces", explica la pediatra.
Para ofrecer la fruta, es importante encontrar formas creativas y atractivas. La nutricionista Azahara Nieto sugiere elaborar la fruta en compotas, al horno, en batidos o combinadas con otros alimentos como machacar un plátano y acompañarlo con un poco de ralladura de chocolate. También ofrece el truco de ofrecer la fruta en zumos para aquellos que no la consumen de otra manera.
La OMS recomienda comer cinco raciones de frutas y verduras al día, repartidas entre tres de frutas y dos de verduras. Esta cantidad diaria aporta vitaminas, minerales, evita infecciones y aporta fibras, sobre todo la piel de la fruta que tiene un efecto saciante que impide que se picotee entre horas y evita el estreñimiento en niños.
La pediatra Álvarez considera que la fruta debe estar en casa para que los niños la vean y, sobre todo, como aconseja, que los adultos la coman. "Si nosotros dejamos de ofrecer la fruta, nunca más la van a comer y ahí es cuando nos han ganado la batalla".