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Ucrania busca reescribir el manual de guerra aérea con una alternativa inusual: drones baratos.
La guerra que azota al país europeo ha llevado a la intensa utilización de drones tanto ofensivos como defensivos, por parte de ambos bandos. En este escenario de conflicto cada vez más complejo, las industrias armamentísticas de Ucrania y Rusia se esfuerzan en desarrollar vehículos no tripulados cada vez más precisos y con mayor alcance.
La dificultad principal para Ucrania ha sido encontrar una manera económica sostenible de enfrentarse a los múltiples ataques rusos con drones, que han debilitado infraestructuras críticas del país. Sin embargo, gracias a su ingenio, el país presidido por Volodímir Zelenski parece haber encontrado la solución: drones interceptores de bajo costo.
Según fuentes, Ucrania ha conseguido derribar 150 drones ofensivos en un reciente bombardeo ruso gracias a esos drones interceptores baratos. La efectividad y el precio de estos vehículos no tripulados defensivos han llevado a que el país se establezca como objetivo fabricar cada día un millar de ellos.
En comparación, los sistemas defensivos tradicionales, como el Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire, tienen un costo astronómico. Un solo misil de este sistema cuesta alrededor de un millón de dólares (unos 860.000 euros), mientras que la fabricación de los drones interceptores se cifra en unos miles de dólares por unidad.
Un experto destacó que estos drones podrían ser el próximo gran avance en tecnología bélica, siguiendo el ejemplo de drones como FPV y navales, que han revolucionado el campo de batalla.
La guerra que azota al país europeo ha llevado a la intensa utilización de drones tanto ofensivos como defensivos, por parte de ambos bandos. En este escenario de conflicto cada vez más complejo, las industrias armamentísticas de Ucrania y Rusia se esfuerzan en desarrollar vehículos no tripulados cada vez más precisos y con mayor alcance.
La dificultad principal para Ucrania ha sido encontrar una manera económica sostenible de enfrentarse a los múltiples ataques rusos con drones, que han debilitado infraestructuras críticas del país. Sin embargo, gracias a su ingenio, el país presidido por Volodímir Zelenski parece haber encontrado la solución: drones interceptores de bajo costo.
Según fuentes, Ucrania ha conseguido derribar 150 drones ofensivos en un reciente bombardeo ruso gracias a esos drones interceptores baratos. La efectividad y el precio de estos vehículos no tripulados defensivos han llevado a que el país se establezca como objetivo fabricar cada día un millar de ellos.
En comparación, los sistemas defensivos tradicionales, como el Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire, tienen un costo astronómico. Un solo misil de este sistema cuesta alrededor de un millón de dólares (unos 860.000 euros), mientras que la fabricación de los drones interceptores se cifra en unos miles de dólares por unidad.
Un experto destacó que estos drones podrían ser el próximo gran avance en tecnología bélica, siguiendo el ejemplo de drones como FPV y navales, que han revolucionado el campo de batalla.