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En un rincón remoto del mundo griego, el destino de James Bond se entrelaza con la historia de los monasterios flotantes de Meteora. La película "Solo para sus ojos" (1981), en la que Roger Moore interpreta al agente secreto, incluye una escena icónica en el que Bond escalada 880 peldaños para llegar a un monasterio ortodoxo que se sostenía sobre pináculos de piedra. Este lugar es el Gran Meteoro, uno de los seis monasterios más espectaculares de la región y patrimonio mundial de la UNESCO.
En realidad, no se necesita subir tantos escalones para visitar este templo, que está a sólo 300 peldaños de distancia desde el pie del monasterio. La arquitectura religiosa en Meteora es resultado de la convergencia de factores geológicos y históricos que llevaron a la construcción de estos edificios en roca. Se cree que miles de años atrás, una gran cuenca se deshizo en este punto, dejando una estructura rocosa elevada sobre el valle.
La historia de Meteora está ligada a la búsqueda de un lugar sagrado donde los ermitaños y ascetas pudieran meditar y vivir. Hace siglos, estos hombres buscaban refugio en las cuevas naturales del paraje y más tarde construyeron capillas y monasterios que se sostenían sobre el aire gracias a la ingeniería de sus constructores.
Actualmente, solo seis de los monasterios originales están abiertos al público: el Gran Meteoro, Varlaam, Roussanou, San Nicolás de Anapafsas, San Esteban y la Santísima Trinidad. La Santísima Trinidad es el que se siente sobre el precipicio donde, en una escena icónica, James Bond escaló los 880 peldaños.
Los monasterios de Meteora no solo ofrecen vistas impresionantes del paisaje circundante, sino también un rico patrimonio cultural y religioso. Su interior está lleno de pinturas frescas y reliquias que atraen a visitantes de todo el mundo.
En realidad, no se necesita subir tantos escalones para visitar este templo, que está a sólo 300 peldaños de distancia desde el pie del monasterio. La arquitectura religiosa en Meteora es resultado de la convergencia de factores geológicos y históricos que llevaron a la construcción de estos edificios en roca. Se cree que miles de años atrás, una gran cuenca se deshizo en este punto, dejando una estructura rocosa elevada sobre el valle.
La historia de Meteora está ligada a la búsqueda de un lugar sagrado donde los ermitaños y ascetas pudieran meditar y vivir. Hace siglos, estos hombres buscaban refugio en las cuevas naturales del paraje y más tarde construyeron capillas y monasterios que se sostenían sobre el aire gracias a la ingeniería de sus constructores.
Actualmente, solo seis de los monasterios originales están abiertos al público: el Gran Meteoro, Varlaam, Roussanou, San Nicolás de Anapafsas, San Esteban y la Santísima Trinidad. La Santísima Trinidad es el que se siente sobre el precipicio donde, en una escena icónica, James Bond escaló los 880 peldaños.
Los monasterios de Meteora no solo ofrecen vistas impresionantes del paisaje circundante, sino también un rico patrimonio cultural y religioso. Su interior está lleno de pinturas frescas y reliquias que atraen a visitantes de todo el mundo.