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Una joven finlandesa, Mónica, de 26 años, lleva trabajando como carnicera en Finlandia durante varios años y ha logrado establecer un salario considerable. En los meses normales, su salario mensual asciende a unos 4.000 euros brutos, pero puede superar los 6.000 euros en algunos casos especiales.
Aunque muchos podrían imaginar que el trabajo de carnicero es algo incómodo y conlleva riesgos, Mónica asegura que su trabajo es "fácil" y se define como un empleo bien pagado. Además, su salario neto en un mes normal ronda los 2.600-3.000 euros.
Sin embargo, lo que sorprende a muchos es que Mónica no consume carne roja y, aunque comió pollo hace cinco años, eso fue debido a una simple razón: el pollo le dolía la garganta y ya no podía comerlo. En su lugar, prefiere un estilo de vida más saludable.
En cuanto al trabajo en sí, Mónica lo describe como "bueno" y menciona que lo disfruta porque tiene un buen salario, fines de semana libres y un equipo sólido. Por otro lado, le resulta difícil el frío extremo del lugar donde trabaja.
Además de su trabajo como carnicera, Mónica también trabaja ocasionalmente como enfermera comunitaria en turnos adicionales, lo que le permite ganar unos 500-700 euros netos por un trabajo de dos días. También tiene dos inmuebles alquilados que le reportan otros 1.000 euros al mes.
Con todo esto, Mónica se siente libre de elegir su estilo de vida y viajar, disfrutar del dinero que gana y tener la libertad de hacer lo que quiera sin preocupaciones económicas.
Aunque muchos podrían imaginar que el trabajo de carnicero es algo incómodo y conlleva riesgos, Mónica asegura que su trabajo es "fácil" y se define como un empleo bien pagado. Además, su salario neto en un mes normal ronda los 2.600-3.000 euros.
Sin embargo, lo que sorprende a muchos es que Mónica no consume carne roja y, aunque comió pollo hace cinco años, eso fue debido a una simple razón: el pollo le dolía la garganta y ya no podía comerlo. En su lugar, prefiere un estilo de vida más saludable.
En cuanto al trabajo en sí, Mónica lo describe como "bueno" y menciona que lo disfruta porque tiene un buen salario, fines de semana libres y un equipo sólido. Por otro lado, le resulta difícil el frío extremo del lugar donde trabaja.
Además de su trabajo como carnicera, Mónica también trabaja ocasionalmente como enfermera comunitaria en turnos adicionales, lo que le permite ganar unos 500-700 euros netos por un trabajo de dos días. También tiene dos inmuebles alquilados que le reportan otros 1.000 euros al mes.
Con todo esto, Mónica se siente libre de elegir su estilo de vida y viajar, disfrutar del dinero que gana y tener la libertad de hacer lo que quiera sin preocupaciones económicas.