PensamientoCriollo
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El pintor francés Henri Matisse vuelve a España después de más de una década, llevando consigo su legado y su influencia inigualable. La exposición "Chez Matisse; el legado de una nueva pintura" se ha instalado en CaixaForum Madrid, presentando 46 pinturas del maestro francés y otras 49 piezas de artistas contemporáneos que han sido influidos por su obra.
El viaje de Matisse es un recorrido a través de la historia del arte, desde el impresionismo hasta el pop art. Su influencia se puede ver en los trabajos de Braque, Picasso, Bonnard y otros artistas que compartieron su pasión por el color y la forma.
Matisse, quien nació para el color pero nunca renunció al dibujo ni a la forma, estuvo marcado por la ansiedad y la inestabilidad emocional. Su vida fue un viaje constante de búsqueda y experimentación, desde su formación en París hasta su viaje a Estados Unidos, donde se convirtió en uno de los pintores más importantes del siglo XX.
La exposición "Chez Matisse" es una oportunidad única para conocer la obra de este maestro francés de manera detallada. La selección de obras que ha hecho el comisario de la muestra, Aurélie Verdier, está a la altura, incluyendo obras maestras como "El sueño", los interiores de sus estudios y su monumental "Lujo, calma y voluptuosidad".
Matisse, quien siempre se vio a sí mismo como parte de su tradición familiar trabajadora y rígida, encontró la línea de tensión que marcaría su vida en su juventud. Su amigo e interlocutor entre los nuevos pintores fue Juan Gris, pero también lo veía como una especie de rival, alguien con quien podía competir.
La obra de Matisse es un estallido de luces y colores fluorescentes, que sigue brillando hasta hoy en día. La exposición "Chez Matisse" es una tributo a su legado, un recordatorio de su influencia inigualable en el mundo del arte.
El viaje de Matisse es un recorrido a través de la historia del arte, desde el impresionismo hasta el pop art. Su influencia se puede ver en los trabajos de Braque, Picasso, Bonnard y otros artistas que compartieron su pasión por el color y la forma.
Matisse, quien nació para el color pero nunca renunció al dibujo ni a la forma, estuvo marcado por la ansiedad y la inestabilidad emocional. Su vida fue un viaje constante de búsqueda y experimentación, desde su formación en París hasta su viaje a Estados Unidos, donde se convirtió en uno de los pintores más importantes del siglo XX.
La exposición "Chez Matisse" es una oportunidad única para conocer la obra de este maestro francés de manera detallada. La selección de obras que ha hecho el comisario de la muestra, Aurélie Verdier, está a la altura, incluyendo obras maestras como "El sueño", los interiores de sus estudios y su monumental "Lujo, calma y voluptuosidad".
Matisse, quien siempre se vio a sí mismo como parte de su tradición familiar trabajadora y rígida, encontró la línea de tensión que marcaría su vida en su juventud. Su amigo e interlocutor entre los nuevos pintores fue Juan Gris, pero también lo veía como una especie de rival, alguien con quien podía competir.
La obra de Matisse es un estallido de luces y colores fluorescentes, que sigue brillando hasta hoy en día. La exposición "Chez Matisse" es una tributo a su legado, un recordatorio de su influencia inigualable en el mundo del arte.