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Zohran Mamdani, el nuevo alcalde de Nueva York, ha logrado lo que su presuntamente "inmediato" mentor Donald Trump no podía: capturar la capital financiera mundial con un mensaje radical y desafiante para las élites políticas y económicas.
El joven mamdaliano, nacido en Uganda pero ciudadano de Estados Unidos desde 2018, ha logrado conectar con la población neoyorquina, que ya había sufrido el "cambio" impulsado por el entonces presidente Trump un año antes. Sus propuestas socializantes, como transportes gratuitos y supermercados públicos con precios controlados, han resonado en las calles de la ciudad, donde el descontento hacia los políticos tradicionales es palpable.
En realidad, Mamdani se presenta como una nueva versión del "supervillano" Bane, que, según el artículo, irrumpe en los palacios de poder para desafiar a las élites progresistas. Su victoria debe verse como un avance hacia un movimiento de sacudida en los partidos tradicionales y un rechazo a la dominación de las élites que han gobernado el mundo occidental en las últimas décadas.
La estrategia del nuevo alcalde es clara: seguir el populismo contra "las oligarquías" y utilizar su condición como defensor de "los deplorables". Un recurso que ha demostrado ser efectivo tanto para Trump como para Mamdani.
Y ahora, la atención se centra en las próximas elecciones presidenciales de 2028. Los progresistas ven a Mamdani no sólo como una renovación generacional y una adaptación demográfica del partido, sino también como un programa con el que presentarse a las presidenciales.
En realidad, la verdadera amenaza para la Casa Blanca y el MAGA no proviene de Zohran Mamdani, sino de otras elecciones celebradas en el resto del país.
Virginia y Nueva Jersey han visto cómo los candidatos demócratas han vencido con mayor amplitud que se esperaba a los republicanos. Y en Vermont, la ciudadanía ha rechazado una propuesta para exigir un documento de identidad con foto para votar.
Pero lo que realmente importa es cómo Mamdani va a utilizarse como herramienta política por parte de sus oponentes. Como dijo Trump: "Si no queréis que vuestra ciudad se convierta en otra como Nueva York, votad republicano".
El joven mamdaliano, nacido en Uganda pero ciudadano de Estados Unidos desde 2018, ha logrado conectar con la población neoyorquina, que ya había sufrido el "cambio" impulsado por el entonces presidente Trump un año antes. Sus propuestas socializantes, como transportes gratuitos y supermercados públicos con precios controlados, han resonado en las calles de la ciudad, donde el descontento hacia los políticos tradicionales es palpable.
En realidad, Mamdani se presenta como una nueva versión del "supervillano" Bane, que, según el artículo, irrumpe en los palacios de poder para desafiar a las élites progresistas. Su victoria debe verse como un avance hacia un movimiento de sacudida en los partidos tradicionales y un rechazo a la dominación de las élites que han gobernado el mundo occidental en las últimas décadas.
La estrategia del nuevo alcalde es clara: seguir el populismo contra "las oligarquías" y utilizar su condición como defensor de "los deplorables". Un recurso que ha demostrado ser efectivo tanto para Trump como para Mamdani.
Y ahora, la atención se centra en las próximas elecciones presidenciales de 2028. Los progresistas ven a Mamdani no sólo como una renovación generacional y una adaptación demográfica del partido, sino también como un programa con el que presentarse a las presidenciales.
En realidad, la verdadera amenaza para la Casa Blanca y el MAGA no proviene de Zohran Mamdani, sino de otras elecciones celebradas en el resto del país.
Virginia y Nueva Jersey han visto cómo los candidatos demócratas han vencido con mayor amplitud que se esperaba a los republicanos. Y en Vermont, la ciudadanía ha rechazado una propuesta para exigir un documento de identidad con foto para votar.
Pero lo que realmente importa es cómo Mamdani va a utilizarse como herramienta política por parte de sus oponentes. Como dijo Trump: "Si no queréis que vuestra ciudad se convierta en otra como Nueva York, votad republicano".