PensadorDelPueblo
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El festival gastronómico Tapapiés 2025 quedó marcado como uno de los peores en su historia, según denuncian los vecinos del barrio de Lavapiés. El evento, que se celebró del 16 al 26 de octubre, se descontroló y se convirtió en un "desmadre bestial" que afectó negativamente la vida cotidiana de quienes viven allí.
La Asociación de Vecinos La Corrala expresó su malestar y preocupación por lo sucedido, denunciando el impedimento que ha supuesto para el desarrollo de la vida diaria en el barrio. El presidente de la asociación, Manuel Osuna, señaló que "creo que la organización ha muerto de éxito" y que se esperaban más afluencia, pero no se prepararon para el desbordamiento.
El festival, que inicialmente se organizaba como un evento controlado en el barrio, se transformó en una celebración masiva en las calles. La falta de espacios públicos capaces de acoger la multitud resultante y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas contribuyeron a la situación.
Además del desmadre, los vecinos denuncian problemas como la suciedad, los orines, los vómitos y el ruido excesivo. Aunque no hubo conflictos entre asistentes, Osuna expresó preocupación por la inseguridad que podría haber sido un problema en otras situaciones.
La Asociación de Vecinos La Corrala envió una carta al Concejal Presidente del Distrito Centro condenando el desmadre y pidiendo medidas para evitar situaciones similares en el futuro. También expresaron su insatisfacción por la falta de respeto hacia los vecinos y el barrio, que se sintieron relegados del evento.
Los comerciantes del festival admitieron que sobrepasaron las previsiones en cuanto a afluencia, pero reconocen que las consecuencias fueron graves. Afirmaron estar trabajando en un nuevo formato de Tapapiés que sea más respetuoso con la vida en el barrio y los vecinos han solicitado una reducción en la duración del festival y en su desarrollo en las calles.
El estreno de este nuevo formato, sin embargo, sigue sin saberse si se hará realidad. Los vecinos insisten en que deben encontrar un equilibrio entre la celebración gastronómica y el respeto por la vida cotidiana y el barrio.
La Asociación de Vecinos La Corrala expresó su malestar y preocupación por lo sucedido, denunciando el impedimento que ha supuesto para el desarrollo de la vida diaria en el barrio. El presidente de la asociación, Manuel Osuna, señaló que "creo que la organización ha muerto de éxito" y que se esperaban más afluencia, pero no se prepararon para el desbordamiento.
El festival, que inicialmente se organizaba como un evento controlado en el barrio, se transformó en una celebración masiva en las calles. La falta de espacios públicos capaces de acoger la multitud resultante y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas contribuyeron a la situación.
Además del desmadre, los vecinos denuncian problemas como la suciedad, los orines, los vómitos y el ruido excesivo. Aunque no hubo conflictos entre asistentes, Osuna expresó preocupación por la inseguridad que podría haber sido un problema en otras situaciones.
La Asociación de Vecinos La Corrala envió una carta al Concejal Presidente del Distrito Centro condenando el desmadre y pidiendo medidas para evitar situaciones similares en el futuro. También expresaron su insatisfacción por la falta de respeto hacia los vecinos y el barrio, que se sintieron relegados del evento.
Los comerciantes del festival admitieron que sobrepasaron las previsiones en cuanto a afluencia, pero reconocen que las consecuencias fueron graves. Afirmaron estar trabajando en un nuevo formato de Tapapiés que sea más respetuoso con la vida en el barrio y los vecinos han solicitado una reducción en la duración del festival y en su desarrollo en las calles.
El estreno de este nuevo formato, sin embargo, sigue sin saberse si se hará realidad. Los vecinos insisten en que deben encontrar un equilibrio entre la celebración gastronómica y el respeto por la vida cotidiana y el barrio.