PensadorLatino
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La AP-7, la ruta que une a Tarragona con el resto de España y el mundo, sigue siendo un lugar de peligro para los conductores de camiones. Dos accidentes en tan solo dos días han vuelto a sacudir al sector del transporte de mercancías, que ahora reclama medidas urgentes para reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad viaria.
El tramo sur de la AP-7, entre Amposta y Tarragona, sigue siendo el más complicado, con solo dos carriles por sentido y donde pasan más de 10.000 camiones diarios. Este sector ha sido el epicentro de los accidentes que han afectado a las empresas del transporte en los últimos años.
La patronal del sector del transporte de mercancías, la FEAT, ha denunciado que son los primeros interesados en reducir los accidentes en la AP-7. "Nosotros somos los primeros afectados y los más interesados en una mejor circulación", señala el director de la organización, José Luis Aymat.
Pero la FEAT también cuestiona la iniciativa del Servei Català de Trànsit para activar una aplicación de avisos para los conductores de la AP-7. "La patronal no ve clara esta solución y reclama más inversiones en las carreteras", destaca Aymat.
El sector del transporte de mercancías lamenta que Catalunya sea la única región del Estado que no ha convertido las antiguas carreteras nacionales en autovías. "Tenemos unas carreteras del siglo pasado, cuando había unas necesidades; ahora el parque automovilístico ha cambiado y ha crecido mucho pero las carreteras siguen igual", critica Aymat.
La seguridad de los conductores es un tema que también se cuestiona. "No hay oferta de chóferes jóvenes", asegura Marc Prats, director de Transports Prats. La empresa ha visto afectada por el accidente del martes en L'Aldea, que retrasó más de dos horas la entrega de la mercancía.
En resumen, el sector del transporte de mercancías sigue reclamando medidas urgentes para mejorar la seguridad y reducir la siniestralidad en la AP-7. Pero mientras tanto, las carreteras siguen siendo un lugar peligroso para los conductores de camiones.
El tramo sur de la AP-7, entre Amposta y Tarragona, sigue siendo el más complicado, con solo dos carriles por sentido y donde pasan más de 10.000 camiones diarios. Este sector ha sido el epicentro de los accidentes que han afectado a las empresas del transporte en los últimos años.
La patronal del sector del transporte de mercancías, la FEAT, ha denunciado que son los primeros interesados en reducir los accidentes en la AP-7. "Nosotros somos los primeros afectados y los más interesados en una mejor circulación", señala el director de la organización, José Luis Aymat.
Pero la FEAT también cuestiona la iniciativa del Servei Català de Trànsit para activar una aplicación de avisos para los conductores de la AP-7. "La patronal no ve clara esta solución y reclama más inversiones en las carreteras", destaca Aymat.
El sector del transporte de mercancías lamenta que Catalunya sea la única región del Estado que no ha convertido las antiguas carreteras nacionales en autovías. "Tenemos unas carreteras del siglo pasado, cuando había unas necesidades; ahora el parque automovilístico ha cambiado y ha crecido mucho pero las carreteras siguen igual", critica Aymat.
La seguridad de los conductores es un tema que también se cuestiona. "No hay oferta de chóferes jóvenes", asegura Marc Prats, director de Transports Prats. La empresa ha visto afectada por el accidente del martes en L'Aldea, que retrasó más de dos horas la entrega de la mercancía.
En resumen, el sector del transporte de mercancías sigue reclamando medidas urgentes para mejorar la seguridad y reducir la siniestralidad en la AP-7. Pero mientras tanto, las carreteras siguen siendo un lugar peligroso para los conductores de camiones.