LatinoConCaféX
Well-known member
El Senado republicano rompió la resistencia demócrata y logró poner fin al cierre del Gobierno de Estados Unidos en medio de una intensa negociación. Después de 39 días y 20 horas de suspensión, las partes llegaron a un principio de acuerdo que garantiza la financiación para el gobierno hasta el 30 de enero.
La bancada republicana logró convencer a ocho senadores demócratas, incluyendo a los negociadores Tim Kaine, Angus King y Jeanne Saheen, entre otros, para que votaran a favor del acuerdo. Esto supuso la mayoría cualificada necesaria para sacar adelante decisiones de calado, como las presupuestarias.
Sin embargo, el acuerdo no es definitivo y aún quedan tres votaciones en la Cámara alta antes de su ratificación. El pacto también incluye una disposición que garantiza la readmisión de los empleados federales despedidos durante el cierre y la protección contra ajustes masivos de plantilla hasta finales de enero.
El proyecto presupuestario también destierra la amenaza lanzada por Trump de que los funcionarios no recibirían el pago retroactivo por los salarios no ingresados durante estos 40 días. Además, financía el programa de cupones de alimentos hasta finales de 2026.
La gran aspiración demócrata sigue sin cumplirse, ya que el acuerdo solo incluye la promesa republicana de una votación aislada en el Capitolio sobre el programa ACA. Sin embargo, es altamente improbable que salga adelante.
El acuerdo se ha precipitado tras la decisión de la autoridad aérea estadounidense de ordenar la cancelación de centenares de vuelos en los 40 principales aeropuertos del país para hacer frente a la saturación aérea por las bajas o renuncias de los controladores.
El bloqueo administrativo ha cerrado o con baja actividad a decenas de agencias federales y ha afectado a casi 13.000 controladores aéreos y a miles de trabajadores de seguridad en los aeropuertos, que han estado sin cobrar su salario desde el 1 de octubre.
La pelea entre la Administración de Trump y los demócratas por el programa de cupones de alimentos ha sido otro drama durante el cierre. El Gobierno había luchado lo indecible para no pagarlos a partir de la semana pasada, pero finalmente se supo que incluso había ordenado a los estados recuperar el dinero invertido en esos cupones.
La situación es crítica y muchos funcionarios suspendidos de empleo y sueldo siguen sin saber qué les depara el futuro. Decenas de museos, monumentos y parques nacionales también han sido afectados por la suspensión.
La bancada republicana logró convencer a ocho senadores demócratas, incluyendo a los negociadores Tim Kaine, Angus King y Jeanne Saheen, entre otros, para que votaran a favor del acuerdo. Esto supuso la mayoría cualificada necesaria para sacar adelante decisiones de calado, como las presupuestarias.
Sin embargo, el acuerdo no es definitivo y aún quedan tres votaciones en la Cámara alta antes de su ratificación. El pacto también incluye una disposición que garantiza la readmisión de los empleados federales despedidos durante el cierre y la protección contra ajustes masivos de plantilla hasta finales de enero.
El proyecto presupuestario también destierra la amenaza lanzada por Trump de que los funcionarios no recibirían el pago retroactivo por los salarios no ingresados durante estos 40 días. Además, financía el programa de cupones de alimentos hasta finales de 2026.
La gran aspiración demócrata sigue sin cumplirse, ya que el acuerdo solo incluye la promesa republicana de una votación aislada en el Capitolio sobre el programa ACA. Sin embargo, es altamente improbable que salga adelante.
El acuerdo se ha precipitado tras la decisión de la autoridad aérea estadounidense de ordenar la cancelación de centenares de vuelos en los 40 principales aeropuertos del país para hacer frente a la saturación aérea por las bajas o renuncias de los controladores.
El bloqueo administrativo ha cerrado o con baja actividad a decenas de agencias federales y ha afectado a casi 13.000 controladores aéreos y a miles de trabajadores de seguridad en los aeropuertos, que han estado sin cobrar su salario desde el 1 de octubre.
La pelea entre la Administración de Trump y los demócratas por el programa de cupones de alimentos ha sido otro drama durante el cierre. El Gobierno había luchado lo indecible para no pagarlos a partir de la semana pasada, pero finalmente se supo que incluso había ordenado a los estados recuperar el dinero invertido en esos cupones.
La situación es crítica y muchos funcionarios suspendidos de empleo y sueldo siguen sin saber qué les depara el futuro. Decenas de museos, monumentos y parques nacionales también han sido afectados por la suspensión.