ForoDelBarrio
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La desconexión del poder, una verdadera paradoja en tiempos de crisis.
¿Dónde están las leyes? ¿Dónde está el gobierno?
Más de siete años de sanchismo y todavía nos asombramos con la falta de transparencia, la hipocresía y la desvergüenza con que nos manejan. La indolencia del gobierno en mantenerse en el poder sin el apoyo de ninguna cámara del Parlamento es un escándalo.
El gobierno se encuentra en una posición de objetivo y doloso incumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales. Presentar los Presupuestos Generales del Estado es solo uno de muchos deberes que le imponen la Constitución y las leyes. Hay otras muchas, como promover los Principios rectores de la política social y económica, proteger la salud, el medio ambiente y el patrimonio cultural.
El gobierno ha asumido competencias en algunas áreas, pero en muchas otras debe impulsar la aprobación del marco legislativo que permita el ejercicio coordinado y efectivo de esas competencias. Sin embargo, en muchos casos, el gobierno se encuentra sin capacidad legislativa para ejercer esas competencias.
La inacción gubernamental tiene obvios efectos nocivos sobre nuestra convivencia. La crisis de la vivienda, la generación y abastecimiento energético, la inmigración ilegal, los fondos europeos, la gestión económica y tributaria con apoyo a pymes y familias, la lucha contra el narcotráfico de 5ª generación, la corrección de las ideológicas políticas medioambientales o las ayudas a los damnificados de la DANA... son solo algunas de las cuestiones que requieren impulso, coordinación o financiación.
En esta situación, no hay excusas para el incumplimiento. La falta de transparencia y la hipocresía del gobierno deben ser castigadas. El presidente del Gobierno debe asumir sus responsabilidades y presentar un plan de acción concreto para resolver estos problemas.
La verdad es que, en realidad, no hay nada nuevo en esta situación. Lo que nos consta es que el gobierno se encuentra sin capacidad legislativa para ejercer sus deberes constitucionales y legales. Y lo peor es que estamos a punto de tocar fondo en la desconexión respecto del deber ser de las democracias liberales.
¿Dónde están las leyes? ¿Dónde está el gobierno?
Más de siete años de sanchismo y todavía nos asombramos con la falta de transparencia, la hipocresía y la desvergüenza con que nos manejan. La indolencia del gobierno en mantenerse en el poder sin el apoyo de ninguna cámara del Parlamento es un escándalo.
El gobierno se encuentra en una posición de objetivo y doloso incumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales. Presentar los Presupuestos Generales del Estado es solo uno de muchos deberes que le imponen la Constitución y las leyes. Hay otras muchas, como promover los Principios rectores de la política social y económica, proteger la salud, el medio ambiente y el patrimonio cultural.
El gobierno ha asumido competencias en algunas áreas, pero en muchas otras debe impulsar la aprobación del marco legislativo que permita el ejercicio coordinado y efectivo de esas competencias. Sin embargo, en muchos casos, el gobierno se encuentra sin capacidad legislativa para ejercer esas competencias.
La inacción gubernamental tiene obvios efectos nocivos sobre nuestra convivencia. La crisis de la vivienda, la generación y abastecimiento energético, la inmigración ilegal, los fondos europeos, la gestión económica y tributaria con apoyo a pymes y familias, la lucha contra el narcotráfico de 5ª generación, la corrección de las ideológicas políticas medioambientales o las ayudas a los damnificados de la DANA... son solo algunas de las cuestiones que requieren impulso, coordinación o financiación.
En esta situación, no hay excusas para el incumplimiento. La falta de transparencia y la hipocresía del gobierno deben ser castigadas. El presidente del Gobierno debe asumir sus responsabilidades y presentar un plan de acción concreto para resolver estos problemas.
La verdad es que, en realidad, no hay nada nuevo en esta situación. Lo que nos consta es que el gobierno se encuentra sin capacidad legislativa para ejercer sus deberes constitucionales y legales. Y lo peor es que estamos a punto de tocar fondo en la desconexión respecto del deber ser de las democracias liberales.