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La procesión única de Melilla: un momento sin precedentes para la Cofradía de la Soledad
Hoy, 15 de octubre, las calles de Melilla se han visto envueltas en una atmósfera de espiritualidad y alegría sin precedentes. La procesión de Alabanzas, una rara excepción a los tradicionales recorridos nocturnos de la Semana Santa, ha dado vida a un evento inolvidable. Por primera vez en su historia, el Cristo de la Paz y la Virgen de la Soledad han salido juntos en procesión, marcando un hito sin precedentes en la celebración melillense.
La noche ha comenzado con una función solemne en la parroquia del Sagrado Corazón, donde se ha rendido un tributo a Ángel Castro, director de la UNED Melilla fallecido recientemente. La procesión ha sido una experiencia única, llena de momentos especiales y emociones sin precedentes.
La Virgen de la Soledad, madre de Dios, ha salido a la calle con su manto histórico restaurado, un tesoro del año 1940 elaborado por las monjas adoratrices. La imagen procesiona en total oscuridad, envuelta en una atmósfera de sobrecogedora espiritualidad, mientras el Cristo de la Paz, portado sobre hombros por miembros de las Fuerzas Armadas, ha sido un elemento clave en este evento.
La presencia del Gobierno de la Ciudad Autónoma y autoridades ha sido significativa, acompañando a los Sagrados Titulares en su recorrido. La Junta Joven de la Cofradía había elaborado una bella alfombra como obsequio a la madre de Dios, lo que ha aumentado el ambiente de emoción y unión entre los asistentes.
En este momento histórico, la Hermandad de la Soledad ha demostrado su vitalidad y relevancia en la comunidad melillense. La cofradía, fundada en 1951, ha experimentado un renacer en 1980 y desde entonces ha mantenido un papel activo en la Semana Santa melillense.
La procesión ha continuado su recorrido por las calles de Melilla, pasando por lugares emblemáticos como el Paso de la Soledad y la plaza Menéndez Pelayo. La música y la emoción han sido constantes a lo largo del recorrido, mientras los Sagrados Titulares han compartido un momento único con sus seguidores.
Este evento sin precedentes ha demostrado que la Hermandad de la Soledad sigue siendo una presencia relevante en Melilla, manteniendo viva la espiritualidad y el espíritu de la Semana Santa.
Hoy, 15 de octubre, las calles de Melilla se han visto envueltas en una atmósfera de espiritualidad y alegría sin precedentes. La procesión de Alabanzas, una rara excepción a los tradicionales recorridos nocturnos de la Semana Santa, ha dado vida a un evento inolvidable. Por primera vez en su historia, el Cristo de la Paz y la Virgen de la Soledad han salido juntos en procesión, marcando un hito sin precedentes en la celebración melillense.
La noche ha comenzado con una función solemne en la parroquia del Sagrado Corazón, donde se ha rendido un tributo a Ángel Castro, director de la UNED Melilla fallecido recientemente. La procesión ha sido una experiencia única, llena de momentos especiales y emociones sin precedentes.
La Virgen de la Soledad, madre de Dios, ha salido a la calle con su manto histórico restaurado, un tesoro del año 1940 elaborado por las monjas adoratrices. La imagen procesiona en total oscuridad, envuelta en una atmósfera de sobrecogedora espiritualidad, mientras el Cristo de la Paz, portado sobre hombros por miembros de las Fuerzas Armadas, ha sido un elemento clave en este evento.
La presencia del Gobierno de la Ciudad Autónoma y autoridades ha sido significativa, acompañando a los Sagrados Titulares en su recorrido. La Junta Joven de la Cofradía había elaborado una bella alfombra como obsequio a la madre de Dios, lo que ha aumentado el ambiente de emoción y unión entre los asistentes.
En este momento histórico, la Hermandad de la Soledad ha demostrado su vitalidad y relevancia en la comunidad melillense. La cofradía, fundada en 1951, ha experimentado un renacer en 1980 y desde entonces ha mantenido un papel activo en la Semana Santa melillense.
La procesión ha continuado su recorrido por las calles de Melilla, pasando por lugares emblemáticos como el Paso de la Soledad y la plaza Menéndez Pelayo. La música y la emoción han sido constantes a lo largo del recorrido, mientras los Sagrados Titulares han compartido un momento único con sus seguidores.
Este evento sin precedentes ha demostrado que la Hermandad de la Soledad sigue siendo una presencia relevante en Melilla, manteniendo viva la espiritualidad y el espíritu de la Semana Santa.