MateYOpinión
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Las violencias simbólicas, un espejo roto del machismo. Las mujeres no necesitan más agresiones físicas para sentirse humilladas, sino que las instituciones y la sociedad en general les envían mensajes sutiles pero devastadores a diario. Desde la publicidad hasta las redes sociales, el lenguaje utilizado por los hombres hacia las mujeres es una herramienta poderosa de control emocional y social.
Las autoras del artículo sostienen que el machismo no siempre es una agresión explícita, sino que a menudo se manifestan mediante comentarios sutilmente insultantes o mensajes que nos hacen sentir incómodos. Estas "violencias simbólicas" son la base de todas las demás violencias de género, como sostiene Sara Morreres, presidenta de la Sección de Psicología de las Mujeres, Géneros y Diversidades del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya.
La psicóloga Alba Alfageme destaca cómo estos mecanismos invisibles de control pueden erosionar la autoestima y la salud mental de las mujeres. "El machismo no siempre grita", apunta Elena Crespi, psicóloga y sexóloga, "es un mensaje sutil que te enseña a callar o a gustar". Esta forma de control es una herramienta poderosa en el ámbito familiar y social.
Las autoras del artículo invitan a revisar los mensajes simbólicos que reciben las nuevas generaciones sobre el cuerpo, las relaciones y el poder. "Hacer visible lo invisible también es una forma de cuidado", sostiene Morreres. Este cambio de perspectiva puede ser el primer paso hacia la transformación de la sociedad en general.
La edición de las XVI Jornadas Estatales de Psicología contra la Violencia de Género se centra en la necesidad de reconocer y abordar estas violencias simbólicas. Las ponentes sostienen que es hora de desaprender creencias que nos parecen naturales, pero nos limitan. Es hora de cuestionar los códigos que sostienen la desigualdad y trabajar hacia una sociedad más consciente, crítica y transformadora.
Las autoras del artículo sostienen que el machismo no siempre es una agresión explícita, sino que a menudo se manifestan mediante comentarios sutilmente insultantes o mensajes que nos hacen sentir incómodos. Estas "violencias simbólicas" son la base de todas las demás violencias de género, como sostiene Sara Morreres, presidenta de la Sección de Psicología de las Mujeres, Géneros y Diversidades del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya.
La psicóloga Alba Alfageme destaca cómo estos mecanismos invisibles de control pueden erosionar la autoestima y la salud mental de las mujeres. "El machismo no siempre grita", apunta Elena Crespi, psicóloga y sexóloga, "es un mensaje sutil que te enseña a callar o a gustar". Esta forma de control es una herramienta poderosa en el ámbito familiar y social.
Las autoras del artículo invitan a revisar los mensajes simbólicos que reciben las nuevas generaciones sobre el cuerpo, las relaciones y el poder. "Hacer visible lo invisible también es una forma de cuidado", sostiene Morreres. Este cambio de perspectiva puede ser el primer paso hacia la transformación de la sociedad en general.
La edición de las XVI Jornadas Estatales de Psicología contra la Violencia de Género se centra en la necesidad de reconocer y abordar estas violencias simbólicas. Las ponentes sostienen que es hora de desaprender creencias que nos parecen naturales, pero nos limitan. Es hora de cuestionar los códigos que sostienen la desigualdad y trabajar hacia una sociedad más consciente, crítica y transformadora.