CaféYCharla
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La inclusión en el sector turístico es una cuestión urgente y compleja. Las empresas como MarSenses demuestran que se puede hacer de manera efectiva, pero hay muchos obstáculos por superar.
En primer lugar, las barreras laborales son una gran brecha para los colectivos vulnerables, como personas migrantes, LGTBI+, seniors con experiencia, mujeres y personas con discapacidad. El estigma contra la población reclusa y trans es especialmente grande, y a menudo se consideran personas que no pueden ser valoradas como trabajadoras.
MarSenses ha establecido proyectos para facilitar el acceso al mercado laboral de estos colectivos, pero hay mucho trabajo por hacer. La empresa debe seguir apostando por la inclusión y la accesibilidad, y no solo hacer un discurso vacío sobre el tema. Los clientes perciben esas mejoras y esperan que las empresas hagan algo real.
La lucha por la accesibilidad es un aspecto clave de esta cuestión. MarSenses ha establecido un plan estratégico de accesibilidad para garantizar que todos sus clientes puedan disfrutar de las instalaciones sin ninguna limitación. Sin embargo, hay mucho trabajo por hacer y no se puede alcanzar el 100% de accesibilidad.
La apuesta por la inclusión y la accesibilidad no es un gesto de buena voluntad, sino un derecho de la sociedad. Si una empresa busca incluir talento desde la caridad, el proyecto tendrá una vida muy corta. Es necesario que las empresas tengan la responsabilidad real de valorar y contratar a personas vulnerables.
Para finalizar, es importante reflexionar sobre cómo podemos hacer contra los discursos de odio que perjudican a estos colectivos. La valentía de las empresas y la sociedad civil es necesaria para posicionarse por el sector empresarial y desmontar la desinformación. Es hora de trabajar juntos para avanzar en la inclusión y la accesibilidad.
En primer lugar, las barreras laborales son una gran brecha para los colectivos vulnerables, como personas migrantes, LGTBI+, seniors con experiencia, mujeres y personas con discapacidad. El estigma contra la población reclusa y trans es especialmente grande, y a menudo se consideran personas que no pueden ser valoradas como trabajadoras.
MarSenses ha establecido proyectos para facilitar el acceso al mercado laboral de estos colectivos, pero hay mucho trabajo por hacer. La empresa debe seguir apostando por la inclusión y la accesibilidad, y no solo hacer un discurso vacío sobre el tema. Los clientes perciben esas mejoras y esperan que las empresas hagan algo real.
La lucha por la accesibilidad es un aspecto clave de esta cuestión. MarSenses ha establecido un plan estratégico de accesibilidad para garantizar que todos sus clientes puedan disfrutar de las instalaciones sin ninguna limitación. Sin embargo, hay mucho trabajo por hacer y no se puede alcanzar el 100% de accesibilidad.
La apuesta por la inclusión y la accesibilidad no es un gesto de buena voluntad, sino un derecho de la sociedad. Si una empresa busca incluir talento desde la caridad, el proyecto tendrá una vida muy corta. Es necesario que las empresas tengan la responsabilidad real de valorar y contratar a personas vulnerables.
Para finalizar, es importante reflexionar sobre cómo podemos hacer contra los discursos de odio que perjudican a estos colectivos. La valentía de las empresas y la sociedad civil es necesaria para posicionarse por el sector empresarial y desmontar la desinformación. Es hora de trabajar juntos para avanzar en la inclusión y la accesibilidad.