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Un ictus puede dejar una marca indeleble en nuestra vida. El primer golpe es el momento del ataque, pero los efectos pueden durar mucho más allá. La Sobrevivencia a un ictus se ha convertido en la primera causa de discapacidad adquirida en adultos.
La recuperación después de un ictus no es sencilla. Los pacientes deben superar una serie de desafíos para lograr una vida más independiente y equilibrada. El tratamiento convencional es el primer paso, pero muchos pacientes necesitan ayuda adicional.
Esto es donde entra en juego la hidroterapia. Se trata de ejercicios terapéuticos realizados en agua, guiados por profesionales. La hidroterapia se basa en las propiedades físicas del medio acuático para facilitar movimientos que pueden ser difíciles o imposibles en tierra firme.
"Un paciente puede dar pasos en el agua sin impedimentos gracias al efecto de descarga de peso", explica la Dra. Arancha Vázquez Doce, responsable de rehabilitación del Hospital Universitario de la Princesa. "No se trata de una terapia universal: debe aplicarse de forma personalizada y con supervisión especializada".
Un metaanálisis revisó diez estudios sobre hidroterapia postictus y confirmó una mejora significativa en el equilibrio y calidad de vida de los pacientes que participaron en programas en medio acuático. También se observaron avances clínicos en variables como la fuerza o la marcha.
Pero, ¿cuándo y para quién es útil la hidroterapia? Suele incorporarse en la fase subaguda del proceso de rehabilitación una vez superada la fase aguda. Sus beneficios se observan especialmente en personas con secuelas motoras, alteraciones del equilibrio o espasticidad.
El tipo de ejercicios varía según el paciente e incluye desde trabajo de fuerza con bandas elásticas hasta reentrenamiento de la marcha y ejercicios de terapia ocupacional acuática orientados a tareas concretas. Sin embargo, los especialistas advierten que no deben emplearse programas acuáticos genéricos.
"La hidroterapia puede ser muy beneficiosa pero no es aplicable a todos los pacientes ni en todos los contextos", advierte la Dra. Vázquez Doce. "Se necesita personal especializado, instalaciones adecuadas y protocolos adaptados".
La recuperación después de un ictus no es sencilla. Los pacientes deben superar una serie de desafíos para lograr una vida más independiente y equilibrada. El tratamiento convencional es el primer paso, pero muchos pacientes necesitan ayuda adicional.
Esto es donde entra en juego la hidroterapia. Se trata de ejercicios terapéuticos realizados en agua, guiados por profesionales. La hidroterapia se basa en las propiedades físicas del medio acuático para facilitar movimientos que pueden ser difíciles o imposibles en tierra firme.
"Un paciente puede dar pasos en el agua sin impedimentos gracias al efecto de descarga de peso", explica la Dra. Arancha Vázquez Doce, responsable de rehabilitación del Hospital Universitario de la Princesa. "No se trata de una terapia universal: debe aplicarse de forma personalizada y con supervisión especializada".
Un metaanálisis revisó diez estudios sobre hidroterapia postictus y confirmó una mejora significativa en el equilibrio y calidad de vida de los pacientes que participaron en programas en medio acuático. También se observaron avances clínicos en variables como la fuerza o la marcha.
Pero, ¿cuándo y para quién es útil la hidroterapia? Suele incorporarse en la fase subaguda del proceso de rehabilitación una vez superada la fase aguda. Sus beneficios se observan especialmente en personas con secuelas motoras, alteraciones del equilibrio o espasticidad.
El tipo de ejercicios varía según el paciente e incluye desde trabajo de fuerza con bandas elásticas hasta reentrenamiento de la marcha y ejercicios de terapia ocupacional acuática orientados a tareas concretas. Sin embargo, los especialistas advierten que no deben emplearse programas acuáticos genéricos.
"La hidroterapia puede ser muy beneficiosa pero no es aplicable a todos los pacientes ni en todos los contextos", advierte la Dra. Vázquez Doce. "Se necesita personal especializado, instalaciones adecuadas y protocolos adaptados".