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Monistrol de Calders, un pequeño pueblo en el interior de Barcelona, es testigo de una innovadora inversión que busca satisfacer las necesidades funerarias de la comunidad china. Un grupo de empresarios de origen chino, afincados en Cataluña, ha presentado un proyecto para construir un cementerio "feng shui", inspirado en los principios ancestrales de diseño de espacios y ambientes originario de China.
El futuro cementerio, ubicado en la finca de La Païssa, se asentará sobre una montaña, está orientada de norte a sur, circundada por dos ríos y salpicada de pinos. El Ayuntamiento ha acogido con entusiasmo la propuesta, que prevé una capacidad máxima de 80.000 sepulturas entre nichos, tumbas, panteones y columbarios.
La idea de un cementerio propio surgió "naturalmente" en la comunidad china, donde muchos de sus miembros ya viven y se han integrado en la sociedad. Un padre quería asegurarse de que su familia pudiera seguir las tradiciones en una tierra que ya es suya.
El alcalde de Monistrol de Calders, Arturo Argelaguer, está emocionado con el proyecto, que no solo aportará un impulso económico significativo, sino que también resolverá un problema enquistado. "Los muertos traen alegría y prosperidad a los vivos", explica.
El cementerio será "multiconfesional" y tendrá "las puertas abiertas a todos". El grupo de empresarios ha alcanzado un acuerdo con una compañía de servicios funerarios, y la finca ya es propiedad de ellos. Sin embargo, permanece ocupada por personas que alteran la paz terrenal del pueblo.
Para Xiaobing Wang, presidenta del Centro Cultural Chino de Manresa, el cementerio es "una muestra de arraigo" de los chinos en España. "Las terceras, cuartas o quintas generaciones ya están aquí y difícilmente van a ir a visitar a sus familiares muertos a China", explica.
El proyecto debe ser ahora aprobado por Urbanismo de la Generalitat y, después, por el pleno municipal. Si sale adelante, será el primer cementerio de esas características en España.
El futuro cementerio, ubicado en la finca de La Païssa, se asentará sobre una montaña, está orientada de norte a sur, circundada por dos ríos y salpicada de pinos. El Ayuntamiento ha acogido con entusiasmo la propuesta, que prevé una capacidad máxima de 80.000 sepulturas entre nichos, tumbas, panteones y columbarios.
La idea de un cementerio propio surgió "naturalmente" en la comunidad china, donde muchos de sus miembros ya viven y se han integrado en la sociedad. Un padre quería asegurarse de que su familia pudiera seguir las tradiciones en una tierra que ya es suya.
El alcalde de Monistrol de Calders, Arturo Argelaguer, está emocionado con el proyecto, que no solo aportará un impulso económico significativo, sino que también resolverá un problema enquistado. "Los muertos traen alegría y prosperidad a los vivos", explica.
El cementerio será "multiconfesional" y tendrá "las puertas abiertas a todos". El grupo de empresarios ha alcanzado un acuerdo con una compañía de servicios funerarios, y la finca ya es propiedad de ellos. Sin embargo, permanece ocupada por personas que alteran la paz terrenal del pueblo.
Para Xiaobing Wang, presidenta del Centro Cultural Chino de Manresa, el cementerio es "una muestra de arraigo" de los chinos en España. "Las terceras, cuartas o quintas generaciones ya están aquí y difícilmente van a ir a visitar a sus familiares muertos a China", explica.
El proyecto debe ser ahora aprobado por Urbanismo de la Generalitat y, después, por el pleno municipal. Si sale adelante, será el primer cementerio de esas características en España.