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La ultraderecha liderada por Javier Milei ha logrado un triunfo sorprendente en las elecciones legislativas argentinas, superando con creces a la oposición peronista. Según los resultados oficiales, el 40% de los votos nacionales fue para Milei y su coalición, La Libertad Avanza (LLA), mientras que el peronismo llegó al 31,6%.
El presidente Alberto Fernández se expresó emocionado y celebratorio después de un largo período en el que la ultraderecha había sido desafiada constantemente. "Ha sido un día histórico", dijo. "El pueblo argentino decidió dejar atrás 100 años de decadencia". La victoria de Milei ha activado alarmas entre analistas y políticos, quienes ven posibles consecuencias en el futuro inmediato.
La principal ayuda financiera llegó de Estados Unidos, que aportó casi $2.000 millones para tranquilizar los mercados financieros. Además, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, garantizó 20.000 millones de dólares para contener la caída del peso argentino y frenar la inflación.
Milei obtuvo más votos que se esperaba en las elecciones, especialmente a nivel nacional, con un total de 8,6 millones de votos. La coalición de Milei logró su triunfo gracias a una llamada "voto ideológico", donde los electores optaron por la ultraderecha sobre el comunismo.
El peronismo se quedó con 31,6% de los votos nacionales, pero este no fue un resultado sorprendente para algunos sectores. Se ha especulado que las políticas económicas desfavorables del gobierno anterior de Alberto Fernández jugarían su parte.
La ultraderecha también logró triunfos en varias provincias, incluyendo la provincia de Buenos Aires. El principal candidato peronista de esa provincia, Jorge Taiana, obtuvo un 41,5% de los votos.
Debido al alto porcentaje de abstenciones (67,8%), estos resultados reflejan una disminución en la participación ciudadana. La inestabilidad económica y el malestar social han sido las principales causas que llevaron a esta baja participación electoral.
Los sectores medios y altos pueden beneficiarse de estas reformas pendientes y especialmente de los negocios con los sectores de Estados Unidos como se mencionó anteriormente pero también con el litio, el petróleo y otras zonas de la economía. Además, el gobierno debe enfrentar la onerosa deuda externa adquirida por la ultraderecha.
El bloque de las "Provincias Unidas", los distritos más inclinados al centro que intentaron presentarse como una alternativa frente a Milei y el peronismo, tuvieron un desempeño lejos de sus expectativas: solo obtuvieron el 5% de los votos.
El presidente Alberto Fernández se expresó emocionado y celebratorio después de un largo período en el que la ultraderecha había sido desafiada constantemente. "Ha sido un día histórico", dijo. "El pueblo argentino decidió dejar atrás 100 años de decadencia". La victoria de Milei ha activado alarmas entre analistas y políticos, quienes ven posibles consecuencias en el futuro inmediato.
La principal ayuda financiera llegó de Estados Unidos, que aportó casi $2.000 millones para tranquilizar los mercados financieros. Además, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, garantizó 20.000 millones de dólares para contener la caída del peso argentino y frenar la inflación.
Milei obtuvo más votos que se esperaba en las elecciones, especialmente a nivel nacional, con un total de 8,6 millones de votos. La coalición de Milei logró su triunfo gracias a una llamada "voto ideológico", donde los electores optaron por la ultraderecha sobre el comunismo.
El peronismo se quedó con 31,6% de los votos nacionales, pero este no fue un resultado sorprendente para algunos sectores. Se ha especulado que las políticas económicas desfavorables del gobierno anterior de Alberto Fernández jugarían su parte.
La ultraderecha también logró triunfos en varias provincias, incluyendo la provincia de Buenos Aires. El principal candidato peronista de esa provincia, Jorge Taiana, obtuvo un 41,5% de los votos.
Debido al alto porcentaje de abstenciones (67,8%), estos resultados reflejan una disminución en la participación ciudadana. La inestabilidad económica y el malestar social han sido las principales causas que llevaron a esta baja participación electoral.
Los sectores medios y altos pueden beneficiarse de estas reformas pendientes y especialmente de los negocios con los sectores de Estados Unidos como se mencionó anteriormente pero también con el litio, el petróleo y otras zonas de la economía. Además, el gobierno debe enfrentar la onerosa deuda externa adquirida por la ultraderecha.
El bloque de las "Provincias Unidas", los distritos más inclinados al centro que intentaron presentarse como una alternativa frente a Milei y el peronismo, tuvieron un desempeño lejos de sus expectativas: solo obtuvieron el 5% de los votos.