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La brecha entre las pensiones de jubilación de los autónomos y los asalariados sigue siendo un tema candente en el panorama español. Según los datos distribuidos por el Ministerio de Seguridad Social, la pensión media de jubilación de los autónomos es de 1.012 euros brutos al mes, mientras que la de los asalariados es de 1.669 euros.
Esta brecha se debe en gran medida a las diferencias en las cotizaciones que los autónomos y los asalariados pagan durante su vida laboral. Aunque el objetivo es igualar estas cotizaciones para lograr un sistema más equitativo, todavía hay una profunda brecha entre los dos colectivos.
En el último año, el gasto en pensiones contributivas ascendió a 13.675 millones de euros, lo que representa un aumento del 6% respecto al año anterior. Este ascenso se debe en parte a la jubilación de trabajadores con mejores salarios y a la creciente población del "baby boom", que genera desafíos para el sistema de pensiones.
El ministerio de Elma Saiz subraya que la edad media de acceso a la jubilación ya es de 65,3 años, lo que refleja el impacto de los incentivos de demora vigentes desde 2022. Además, las jubilaciones anticipadas caen en 13 puntos durante seis años y se reducen del 40% al 27%, mientras que las jubilaciones demoradas representan ya el 11,2% de las nuevas altas.
La brecha territorial también es un tema importante. Las prestaciones más altas se registran en regiones con sectores de alto valor añadido, como Gipuzkoa y Navarra, mientras que las peores prestaciones se notifican en zonas más pobres, como Santa Cruz de Tenerife.
En resumen, la brecha entre las pensiones de jubilación de los autónomos y los asalariados sigue siendo un problema persistente. Aunque el gobierno ha propuesto medidas para reducir esta brecha, todavía hay mucho trabajo por hacer para lograr un sistema más equitativo y sostenible.
Esta brecha se debe en gran medida a las diferencias en las cotizaciones que los autónomos y los asalariados pagan durante su vida laboral. Aunque el objetivo es igualar estas cotizaciones para lograr un sistema más equitativo, todavía hay una profunda brecha entre los dos colectivos.
En el último año, el gasto en pensiones contributivas ascendió a 13.675 millones de euros, lo que representa un aumento del 6% respecto al año anterior. Este ascenso se debe en parte a la jubilación de trabajadores con mejores salarios y a la creciente población del "baby boom", que genera desafíos para el sistema de pensiones.
El ministerio de Elma Saiz subraya que la edad media de acceso a la jubilación ya es de 65,3 años, lo que refleja el impacto de los incentivos de demora vigentes desde 2022. Además, las jubilaciones anticipadas caen en 13 puntos durante seis años y se reducen del 40% al 27%, mientras que las jubilaciones demoradas representan ya el 11,2% de las nuevas altas.
La brecha territorial también es un tema importante. Las prestaciones más altas se registran en regiones con sectores de alto valor añadido, como Gipuzkoa y Navarra, mientras que las peores prestaciones se notifican en zonas más pobres, como Santa Cruz de Tenerife.
En resumen, la brecha entre las pensiones de jubilación de los autónomos y los asalariados sigue siendo un problema persistente. Aunque el gobierno ha propuesto medidas para reducir esta brecha, todavía hay mucho trabajo por hacer para lograr un sistema más equitativo y sostenible.