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La versión de Mazón sobre su ausencia del 29 de octubre es una parodia de la soledad humana. "Se han dado tantas versiones sobre esas cinco horas", ha señalado Millás, refiriéndose a las horas en que Carlos Mazón supuestamente estuvo ausente mientras el mundo experimentaba un apocalipsis, pero él iba a acompañar a Villaplana al parking porque es un caballero. "Ha dado tantas versiones", ha ironizado el escritor, incluyendo la última, según la cual el mundo se acabó y él fue a darse una ducha en casa mientras todo sucedía fuera.
Millás ha expresado su incredulidad ante las declaraciones del presidente de la Comunidad Valenciana, especialmente cuando llegó al CECOPI horas después, cambiado de ropa con un vestido deportivo, como si hubiera salido a jugar al golf. "Es tan inverosímil que una persona permanezca fuera de juego en esas circunstancias", ha comentado. La soledad humana es algo que Millás no entiende, especialmente cuando el mundo está acabándose.
Y lo que es aún más irónico es que Mazón pasó cuatro horas en El Ventorro mientras todo se deshondaba a su alrededor. "¿Qué haces cuatro horas?", ha preguntado Millás, refiriéndose a la estancia de Villaplana. La pregunta habla por sí misma: ¿qué hacer cuando el mundo está acabándose?
Millás ha expresado su incredulidad ante las declaraciones del presidente de la Comunidad Valenciana, especialmente cuando llegó al CECOPI horas después, cambiado de ropa con un vestido deportivo, como si hubiera salido a jugar al golf. "Es tan inverosímil que una persona permanezca fuera de juego en esas circunstancias", ha comentado. La soledad humana es algo que Millás no entiende, especialmente cuando el mundo está acabándose.
Y lo que es aún más irónico es que Mazón pasó cuatro horas en El Ventorro mientras todo se deshondaba a su alrededor. "¿Qué haces cuatro horas?", ha preguntado Millás, refiriéndose a la estancia de Villaplana. La pregunta habla por sí misma: ¿qué hacer cuando el mundo está acabándose?