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"El Planeta: un premio en crisis. ¿Por qué la literatura se está quedando atrás de la popularidad?"
La noticia es clara: el Premio Planeta, considerado uno de los más prestigiosos del mundo, ha vuelto a ser objeto de críticas y acusaciones de comercialización. Esta vez, su ganador, Juan del Val, ha sido el centro de atención tras un artículo escocedor en El País, firmado por Jordi Gracia.
Gracia, exdirector de Opinión del diario El País y catedrático de Literatura de la Universidad de Barcelona, no ha dado pereceder con sus comentarios sobre "Vera, una historia de amor", la novela que ha ganado el Planeta 2025. En su artículo, Gracia describe la obra como un "folletín insustancial" y criticó duramente al autor, calificándole de "gamberro" y "cinico".
Pero ¿por qué el Premio Planeta se está convirtiendo en un escenario para las batallas del poder? La respuesta reside en la deriva que ha tomado el premio desde su creación en 1952. En sus mejores años, el Planeta conciliaba valor literario y comercialidad, premiando novelas de calidad pero también pensadas en el mercado.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el Premio Planeta ha cambiado radicalmente. Hoy en día, se está convirtiendo en un premio para los escritores que salen en televisión y tienen un nombre viral. Juan del Val es un ejemplo perfecto de esto. Aunque su novela no fue objeto de críticas tan duras como las de Gracia, el Premio Planeta ha vuelto a ser un escenario para la política de poder y la promoción de los autores más populares.
El director literario de Planeta, Rafael Borràs, sabía que este tipo de situación era inevitable. En sus memorias, escribió que "pensar que una empresa medianamente seria se expondrá a la catástrofe que supone que ninguna de las obras presentadas tenga un alto valor literario y comercial a un tiempo, es no saber de qué va el negocio".
El Premio Planeta sigue siendo uno de los más prestigiosos del mundo, pero su valor ha cambiado radicalmente. Ahora se trata más de una promoción de la popularidad que de un premio a la literatura de calidad. ¿Pero por cuánto tiempo esto continuará? Solo el tiempo lo dirá.
La noticia es clara: el Premio Planeta, considerado uno de los más prestigiosos del mundo, ha vuelto a ser objeto de críticas y acusaciones de comercialización. Esta vez, su ganador, Juan del Val, ha sido el centro de atención tras un artículo escocedor en El País, firmado por Jordi Gracia.
Gracia, exdirector de Opinión del diario El País y catedrático de Literatura de la Universidad de Barcelona, no ha dado pereceder con sus comentarios sobre "Vera, una historia de amor", la novela que ha ganado el Planeta 2025. En su artículo, Gracia describe la obra como un "folletín insustancial" y criticó duramente al autor, calificándole de "gamberro" y "cinico".
Pero ¿por qué el Premio Planeta se está convirtiendo en un escenario para las batallas del poder? La respuesta reside en la deriva que ha tomado el premio desde su creación en 1952. En sus mejores años, el Planeta conciliaba valor literario y comercialidad, premiando novelas de calidad pero también pensadas en el mercado.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el Premio Planeta ha cambiado radicalmente. Hoy en día, se está convirtiendo en un premio para los escritores que salen en televisión y tienen un nombre viral. Juan del Val es un ejemplo perfecto de esto. Aunque su novela no fue objeto de críticas tan duras como las de Gracia, el Premio Planeta ha vuelto a ser un escenario para la política de poder y la promoción de los autores más populares.
El director literario de Planeta, Rafael Borràs, sabía que este tipo de situación era inevitable. En sus memorias, escribió que "pensar que una empresa medianamente seria se expondrá a la catástrofe que supone que ninguna de las obras presentadas tenga un alto valor literario y comercial a un tiempo, es no saber de qué va el negocio".
El Premio Planeta sigue siendo uno de los más prestigiosos del mundo, pero su valor ha cambiado radicalmente. Ahora se trata más de una promoción de la popularidad que de un premio a la literatura de calidad. ¿Pero por cuánto tiempo esto continuará? Solo el tiempo lo dirá.