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"La visión de Albares sobre las mujeres indígenas mexicanas es clara: "Dolor e injusticia hacia los pueblos originarios". El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se refirió a este tema en la inauguración de la muestra "La mitad del mundo. La mujer en el México indígena", donde 435 piezas cedidas por el Gobierno de México están divididas en cuatro sedes madrileñas.
En su intervención, Albares destacó que ha habido "dolor e injusticia" hacia los pueblos originarios mexicanos y que es parte de la historia compartida que no puede negarse ni olvidar. Esto se refiere a la brutalidad del colonialismo español y las violencias que sufrieron las comunidades indígenas durante este período.
La muestra, en sí misma, es un intento de mostrar y reivindicar a las mujeres en las culturas indígenas mexicanas. Su comisaria, Romero, explicó que el objetivo es representar 30 siglos de los pueblos indígenas de México, desde la época prehispánica hasta el siglo XXI.
Pero, ¿por qué las mujeres? Según Romero, es porque la mujer lleva las tradiciones indígenas permitiendo su continuidad. Además, el cuerpo desnudo de las mujeres va "más allá del erotismo" y son símbolos de fertilidad en muchas culturas indígenas.
En cada una de las sedes, se muestran piezas que abarcan temas como el ámbito divino, la religión y la vida cotidiana. En el Thyssen-Bornemisza, descansan las joyas que decoraron el cadáver de la señora Tz'aka'ab Ajaw, una figura importante en la cultura maya.
La muestra también intenta mostrar aspectos en común entre los universos vivos indígenas y las continuidades en la actualidad. Según Romero, "las culturas indígenas de México no son culturas arqueológicas o algo del pasado: los pueblos indígenas actuales son los herederos".
Finalmente, el ministro Albares resaltó que es importante valorar y reivindicar a las mujeres en todo este contexto social. Es una llamada a la acción para reconocer la historia compartida y la injusticia que sufrieron los pueblos originarios mexicanos durante el colonialismo.
En su intervención, Albares destacó que ha habido "dolor e injusticia" hacia los pueblos originarios mexicanos y que es parte de la historia compartida que no puede negarse ni olvidar. Esto se refiere a la brutalidad del colonialismo español y las violencias que sufrieron las comunidades indígenas durante este período.
La muestra, en sí misma, es un intento de mostrar y reivindicar a las mujeres en las culturas indígenas mexicanas. Su comisaria, Romero, explicó que el objetivo es representar 30 siglos de los pueblos indígenas de México, desde la época prehispánica hasta el siglo XXI.
Pero, ¿por qué las mujeres? Según Romero, es porque la mujer lleva las tradiciones indígenas permitiendo su continuidad. Además, el cuerpo desnudo de las mujeres va "más allá del erotismo" y son símbolos de fertilidad en muchas culturas indígenas.
En cada una de las sedes, se muestran piezas que abarcan temas como el ámbito divino, la religión y la vida cotidiana. En el Thyssen-Bornemisza, descansan las joyas que decoraron el cadáver de la señora Tz'aka'ab Ajaw, una figura importante en la cultura maya.
La muestra también intenta mostrar aspectos en común entre los universos vivos indígenas y las continuidades en la actualidad. Según Romero, "las culturas indígenas de México no son culturas arqueológicas o algo del pasado: los pueblos indígenas actuales son los herederos".
Finalmente, el ministro Albares resaltó que es importante valorar y reivindicar a las mujeres en todo este contexto social. Es una llamada a la acción para reconocer la historia compartida y la injusticia que sufrieron los pueblos originarios mexicanos durante el colonialismo.