CharlaDelPueblo
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José Luis Moreno, el famoso productor y creador de series como "Aquí no hay quien viva", se encuentra atrapado en una telaraña societaria que él mismo urdió para engañar a entidades financieras, inversores privados y a la Hacienda Pública con el objetivo de enriquecerse.
Según investigaciones dirigidas por el magistrado Ismael Moreno, la red de testaferros y empresas pantalla diseñada por el productor se convirtió en una estructura delictiva que utilizaba mercantiles y cientos de operaciones bancarias para obtener créditos a nombre falso. El objetivo era desviar dinero a otras compañías y evitar que Hacienda le embargase propiedades.
El propio Moreno contó con la ayuda de Omar Ramón Valent, un asesor y financiador privado que lo ayudó a contactar a Antonio Luis Aguilera, uno de los supuestos hombres clave de la trama. Juntos formaron un tándem para obtener créditos a nombre falso y utilizarlos para desviar dinero a otras empresas del grupo.
El productor también contó con una red de personas de confianza que le ayudaban a manipular documentación y presupuestos, y que ayudaban a desviar el dinero estafado a otras compañías. Sin embargo, la investigación de la Audiencia Nacional sitúa al productor en el "primer nivel" de esta organización criminal.
El caso es que el propio Moreno ha defendido su inocencia y negado todas las acusaciones. Alega que no tiene testaferros y que todo fue un montaje. Sin embargo, el magistrado Ismael Moreno ha propuesto que el productor sea juzgado por hasta siete delitos, incluido el de pertenencia a organización criminal.
El horizonte se oscurece así para José Luis Moreno, que aseguró en una entrevista: "No me da miedo ir a la cárcel". El tiempo corre en su contra, y después de un plazo de 20 días, la Fiscalía y otras partes presentarán sus escritos de acusación, donde tendrán que exponer qué penas de cárcel reclaman para ellos.
Según investigaciones dirigidas por el magistrado Ismael Moreno, la red de testaferros y empresas pantalla diseñada por el productor se convirtió en una estructura delictiva que utilizaba mercantiles y cientos de operaciones bancarias para obtener créditos a nombre falso. El objetivo era desviar dinero a otras compañías y evitar que Hacienda le embargase propiedades.
El propio Moreno contó con la ayuda de Omar Ramón Valent, un asesor y financiador privado que lo ayudó a contactar a Antonio Luis Aguilera, uno de los supuestos hombres clave de la trama. Juntos formaron un tándem para obtener créditos a nombre falso y utilizarlos para desviar dinero a otras empresas del grupo.
El productor también contó con una red de personas de confianza que le ayudaban a manipular documentación y presupuestos, y que ayudaban a desviar el dinero estafado a otras compañías. Sin embargo, la investigación de la Audiencia Nacional sitúa al productor en el "primer nivel" de esta organización criminal.
El caso es que el propio Moreno ha defendido su inocencia y negado todas las acusaciones. Alega que no tiene testaferros y que todo fue un montaje. Sin embargo, el magistrado Ismael Moreno ha propuesto que el productor sea juzgado por hasta siete delitos, incluido el de pertenencia a organización criminal.
El horizonte se oscurece así para José Luis Moreno, que aseguró en una entrevista: "No me da miedo ir a la cárcel". El tiempo corre en su contra, y después de un plazo de 20 días, la Fiscalía y otras partes presentarán sus escritos de acusación, donde tendrán que exponer qué penas de cárcel reclaman para ellos.