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El rostro más popular del televisor español, Jesús Calleja, rechaza su jubilación. A los 60 años, es una edad en la que la mayoría de las personas ya planean la retirada, pero él lo descarta. Según la normativa de la Seguridad Social, su perfil es apto para prejubilarse, pero él lo descarta.
Aunque Calleja cumple con los requisitos para optar a la jubilación anticipada, ha dejado claro que no tiene ganas de alejarse de su trabajo y pasión por la aventura y los viajes. Además, hay datos objetivos que explican su decisión. Su empresa produccional, Zanskar Producciones S.L., le ofrece ingresos estables y libertad para decidir si quiere o no jubilarse.
La edad es solo un número inventado por los humanos, según Calleja. Lo importante es la edad mental, las ganas de tener proyectos y vivir una vida plena. Su historia pone sobre la mesa un debate necesario: ¿deberíamos medir la vida laboral solo en años, o también en ilusión y propósito?
Calleja no está solo en esto. Hay quienes prefieren seguir activos porque sienten que aún tienen mucho que aportar. La jubilación no siempre responde a una necesidad económica; puede ser más una decisión vital. En este sentido, Jesús Calleja es un ejemplo de cómo el trabajo puede ser una mayor aventura y forma de vivir.
Aunque Calleja cumple con los requisitos para optar a la jubilación anticipada, ha dejado claro que no tiene ganas de alejarse de su trabajo y pasión por la aventura y los viajes. Además, hay datos objetivos que explican su decisión. Su empresa produccional, Zanskar Producciones S.L., le ofrece ingresos estables y libertad para decidir si quiere o no jubilarse.
La edad es solo un número inventado por los humanos, según Calleja. Lo importante es la edad mental, las ganas de tener proyectos y vivir una vida plena. Su historia pone sobre la mesa un debate necesario: ¿deberíamos medir la vida laboral solo en años, o también en ilusión y propósito?
Calleja no está solo en esto. Hay quienes prefieren seguir activos porque sienten que aún tienen mucho que aportar. La jubilación no siempre responde a una necesidad económica; puede ser más una decisión vital. En este sentido, Jesús Calleja es un ejemplo de cómo el trabajo puede ser una mayor aventura y forma de vivir.