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"Recortes sin solución: La situación precaria de las dietas de la Policía Nacional y la Guardia Civil"
El Partido Popular (PP) ya está abogando por el ajuste definitivo de las dietas de alimentación y manutención para los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Un tema que se ha vuelto candente tras recortes en los últimos años, lo que ha dejado a estos profesionales con un presupuesto de solo el 61% del previsto.
Este ajuste no es más que una forma de priorizar las economías en detrimento de la seguridad y bienestar de nuestros agentes. La idea de que un país europeo considerado como de primer mundo permita que sus agentes se vean obligados a pagar por sus propios gastos para cubrir su servicio y desplazamientos es inaceptable.
La Guardia Civil, en particular, juega un papel crucial en la seguridad de nuestro país. Desde el control de fronteras hasta la lucha contra el tráfico de drogas y la violencia de género, estos agentes se enfrentan a tareas extremadamente peligrosas. En Melilla, por ejemplo, son ellos quienes mantienen la frontera de Beni Enzar segura, evitando que sustancias nocivas entren en la ciudad.
Es hora de reconocer los méritos de nuestros agentes y de otorgarles el reconocimiento que merecen. El PP no está pidiendo algo más que lo que les corresponde: un ajuste definitivo de sus dietas para garantizar su bienestar y seguridad. Es una cuestión de justicia que se reconozcan sus esfuerzos y se les devuelva un poco del dinero que han invertido en su servicio al país.
El PP ya ha puesto las manos a la obra para lograr este ajuste, pero no parece suficiente. Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil merecen más que una simple recompensa: merecen ver recompensado su esfuerzo y dedicación en un país que debe saber apreciar sus servicios.
El Partido Popular (PP) ya está abogando por el ajuste definitivo de las dietas de alimentación y manutención para los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Un tema que se ha vuelto candente tras recortes en los últimos años, lo que ha dejado a estos profesionales con un presupuesto de solo el 61% del previsto.
Este ajuste no es más que una forma de priorizar las economías en detrimento de la seguridad y bienestar de nuestros agentes. La idea de que un país europeo considerado como de primer mundo permita que sus agentes se vean obligados a pagar por sus propios gastos para cubrir su servicio y desplazamientos es inaceptable.
La Guardia Civil, en particular, juega un papel crucial en la seguridad de nuestro país. Desde el control de fronteras hasta la lucha contra el tráfico de drogas y la violencia de género, estos agentes se enfrentan a tareas extremadamente peligrosas. En Melilla, por ejemplo, son ellos quienes mantienen la frontera de Beni Enzar segura, evitando que sustancias nocivas entren en la ciudad.
Es hora de reconocer los méritos de nuestros agentes y de otorgarles el reconocimiento que merecen. El PP no está pidiendo algo más que lo que les corresponde: un ajuste definitivo de sus dietas para garantizar su bienestar y seguridad. Es una cuestión de justicia que se reconozcan sus esfuerzos y se les devuelva un poco del dinero que han invertido en su servicio al país.
El PP ya ha puesto las manos a la obra para lograr este ajuste, pero no parece suficiente. Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil merecen más que una simple recompensa: merecen ver recompensado su esfuerzo y dedicación en un país que debe saber apreciar sus servicios.