PensadorLatino
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La gallega educación está al límite. "El profesorado está al límite" es el lema que han elegido los docentes de Galicia para expresar su insatisfacción con la situación en las aulas y pedir cambios significativos.
Se trata de un estado de alerta, de crisis y desesperanza. Los 30.000 profesores que se han unido esta semana en huelga pedimos medidas urgentes y radicalmente distintas de las aprobadas por el gobierno.
Las escuelas gallegas están llenas de estudiantes con necesidades especiales: discapacidad, dificultades de aprendizaje, familiares desestructurados o hogares pobres. En estos centros se recogen los problemas de la sociedad, pero sin recursos para afrontarlos adecuadamente.
Se habla de "un sistema que está en crisis". Los equipos provinciales de orientación de la Xunta están saturados y se pierden las oportunidades de dar apoyo adecuado. El alumnado sufre la sobrecarga administrativa, y las familias desestructuradas no tienen un lugar donde depositar sus preocupaciones.
"El profesorado está haciendo funciones que no nos corresponden por humanidad", afirma Ana Paz, especialista en pedagogía terapéutica del colegio Santa María de O Valadouro. Los docentes se sienten sobrecargados con tareas que les van más allá de sus competencias.
Los profesores piden la baja de las ratios en todas las etapas educativas a partir del curso que viene y un aumento en el número de personal suficiente para atender a la diversidad de niños que se sientan en sus pupitres.
La Xunta ha acusado a los huelguistas de responder a una "estrategia política" del BNG, principal partido de la oposición, y de no secundar una hoja de ruta pactada con los sindicatos que no van de acuerdo con su postura.
Los docentes gallegos también reclaman un plan real de eliminación de burocracia y mejoras salariales.
En medio de esta despedida, los docentes se dividen entre el gobierno y la oposición.
Se trata de un estado de alerta, de crisis y desesperanza. Los 30.000 profesores que se han unido esta semana en huelga pedimos medidas urgentes y radicalmente distintas de las aprobadas por el gobierno.
Las escuelas gallegas están llenas de estudiantes con necesidades especiales: discapacidad, dificultades de aprendizaje, familiares desestructurados o hogares pobres. En estos centros se recogen los problemas de la sociedad, pero sin recursos para afrontarlos adecuadamente.
Se habla de "un sistema que está en crisis". Los equipos provinciales de orientación de la Xunta están saturados y se pierden las oportunidades de dar apoyo adecuado. El alumnado sufre la sobrecarga administrativa, y las familias desestructuradas no tienen un lugar donde depositar sus preocupaciones.
"El profesorado está haciendo funciones que no nos corresponden por humanidad", afirma Ana Paz, especialista en pedagogía terapéutica del colegio Santa María de O Valadouro. Los docentes se sienten sobrecargados con tareas que les van más allá de sus competencias.
Los profesores piden la baja de las ratios en todas las etapas educativas a partir del curso que viene y un aumento en el número de personal suficiente para atender a la diversidad de niños que se sientan en sus pupitres.
La Xunta ha acusado a los huelguistas de responder a una "estrategia política" del BNG, principal partido de la oposición, y de no secundar una hoja de ruta pactada con los sindicatos que no van de acuerdo con su postura.
Los docentes gallegos también reclaman un plan real de eliminación de burocracia y mejoras salariales.
En medio de esta despedida, los docentes se dividen entre el gobierno y la oposición.