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Guillermo Gracia, el triunfador sin visibilidad: "En la discapacidad intelectual, los deportistas paralímpicos son los menos vistos"
Los éxitos de Guillermo Gracia en el Campeonato del Mundo de Natación de Virtus no han llamado la atención suficiente. A pesar de haber acumulado más de 60 medallas en competiciones internacionales, su palmarés sigue sin recibir el reconocimiento que merece.
El extremeño de 21 años conquistó seis oros en las seis pruebas individuales y tres platos y dos bronces en relevos, demostrando su dominio en el agua. Sin embargo, incluso después del mayor triunfo de su carrera, se queja de no ser reconocido lo suficiente.
"A nuestros triunfos se les da todavía muy poca visibilidad, no sólo a míos, sino también a los demás deportistas con discapacidad intelectual", explicó la madre de Guillermo, Lorena. "En la discapacidad intelectual, nosotros somos los menos vistos".
La falta de visibilidad se siente en el mundo del deporte paralímpico. A pesar de sus logros, Guillermo asegura que su equipo no tiene hueco en los medios de comunicación.
"Cuando me reciba la Orden Deportiva Hernando de Soto, voy a pedirle a la presidenta de la Junta que le ponga mi nombre a la piscina de Cáceres", dijo Guillermo con seguridad. "Creemos que debería tener más reconocimiento, sobre todo de apoyo institucional".
Guillermo y su equipo han estado luchando por una mayor representación en los Juegos Paralímpicos de la discapacidad intelectual y la creación de la categoría S15 para deportistas con síndrome de Down.
"No se nos merecemos la oportunidad", explicó Guillermo. "Somos muchos, en Bangkok había más de 200 nadadores con síndrome de Down, y no solo gané yo".
A pesar de la falta de visibilidad, Guillermo está orgulloso de ser el líder indiscutible del equipo.
"Por ellos sí me siento muy reconocido. Me valoran mucho y me tienen muy en cuenta porque les animo mucho", dijo con orgullo.
Después de regresar a casa después del Campeonato del Mundo, Guillermo se está preparando para otro desafío: estudiar para una oposición como mantenimiento de la diputación de Cáceres. Aunque no tiene muchas esperanzas, está dispuesto a seguir adelante y seguir entrenando.
"Ser entrenador de piscina es el gran sueño de mi vida", dijo Guillermo con sinceridad.
Los éxitos de Guillermo Gracia en el Campeonato del Mundo de Natación de Virtus no han llamado la atención suficiente. A pesar de haber acumulado más de 60 medallas en competiciones internacionales, su palmarés sigue sin recibir el reconocimiento que merece.
El extremeño de 21 años conquistó seis oros en las seis pruebas individuales y tres platos y dos bronces en relevos, demostrando su dominio en el agua. Sin embargo, incluso después del mayor triunfo de su carrera, se queja de no ser reconocido lo suficiente.
"A nuestros triunfos se les da todavía muy poca visibilidad, no sólo a míos, sino también a los demás deportistas con discapacidad intelectual", explicó la madre de Guillermo, Lorena. "En la discapacidad intelectual, nosotros somos los menos vistos".
La falta de visibilidad se siente en el mundo del deporte paralímpico. A pesar de sus logros, Guillermo asegura que su equipo no tiene hueco en los medios de comunicación.
"Cuando me reciba la Orden Deportiva Hernando de Soto, voy a pedirle a la presidenta de la Junta que le ponga mi nombre a la piscina de Cáceres", dijo Guillermo con seguridad. "Creemos que debería tener más reconocimiento, sobre todo de apoyo institucional".
Guillermo y su equipo han estado luchando por una mayor representación en los Juegos Paralímpicos de la discapacidad intelectual y la creación de la categoría S15 para deportistas con síndrome de Down.
"No se nos merecemos la oportunidad", explicó Guillermo. "Somos muchos, en Bangkok había más de 200 nadadores con síndrome de Down, y no solo gané yo".
A pesar de la falta de visibilidad, Guillermo está orgulloso de ser el líder indiscutible del equipo.
"Por ellos sí me siento muy reconocido. Me valoran mucho y me tienen muy en cuenta porque les animo mucho", dijo con orgullo.
Después de regresar a casa después del Campeonato del Mundo, Guillermo se está preparando para otro desafío: estudiar para una oposición como mantenimiento de la diputación de Cáceres. Aunque no tiene muchas esperanzas, está dispuesto a seguir adelante y seguir entrenando.
"Ser entrenador de piscina es el gran sueño de mi vida", dijo Guillermo con sinceridad.