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La Noche Negra vuelve a resurgir en el País Vasco con fuerza. En las zonas rurales, se celebraba tradicionalmente la Gau Beltza, una costumbre ancestral que se ha recuperado en pueblos y ciudades.
Esta noche del 31 de octubre, las calles se llenan de velas, calabazas talladas y disfraces tradicionales. Los niños y jóvenes representan almas o espíritus errantes, mientras que las familias compartieron alimentos típicos como castañas o boniatos. Las llamas de las velas servían para guiar a las almas hasta sus hogares.
La Gau Beltza guarda paralelismos con el antiguo Samhain celta y comparte simbolismo del cambio de ciclo y conexión con el mundo espiritual. Aunque el término "Halloween" procede del inglés All Hallows' Eve, esta festividad vasca ofrece una mirada propia sobre el vínculo entre la vida, la muerte y la comunidad.
La Gau Beltza resurgió en pueblos como Ondarroa, Lekeitio, Mutriku y Andoain. En estos lugares, cada 31 de octubre, las calles se llenan de velas, calabazas talladas y disfraces tradicionales.
Los elementos más destacados de la Gau Beltza son las calabazas talladas, donde se colocan velas para iluminar la oscuridad y ahuyentar a los malos espíritus. Otra característica es el uso de sábanas viejas con las que los niños y jóvenes representan almas o espíritus errantes.
En el ámbito gastronómico, se acompaña la Gau Beltza con productos de temporada como castañas asadas, boniato y calabaza horneada. En algunas localidades se preparan dulces caseros o se comparten meriendas comunitarias en torno a la hoguera.
El trasfondo espiritual de la Gau Beltza está presente en muchos de sus rituales. Las luces que iluminan la noche evocan la idea de transición entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
La Noche Negra vuelve a resurgir en San Sebastián con nuevas actividades para los niños y niñas. El Ayuntamiento ha organizado talleres, cuentacuentos y una tradicional queimada acompañada de música y tentempiés.
En Aiete, la tarde comenzará con talleres de manualidades, cuentacuentos y la queimada. En Altza, habrá decoración de espacios, chocolatada, trikitilaris, gigantes y un recorrido del miedo que culminará con una suzko zezena y música de DJ.
En Añorga, habrá talleres, cuentacuentos, concurso fotográfico y una sesión de baile. En Antigua ofrecerá un clásico akelarre en el frontón y un recorrido terrorífico.
Esta noche del 31 de octubre, las calles se llenan de velas, calabazas talladas y disfraces tradicionales. Los niños y jóvenes representan almas o espíritus errantes, mientras que las familias compartieron alimentos típicos como castañas o boniatos. Las llamas de las velas servían para guiar a las almas hasta sus hogares.
La Gau Beltza guarda paralelismos con el antiguo Samhain celta y comparte simbolismo del cambio de ciclo y conexión con el mundo espiritual. Aunque el término "Halloween" procede del inglés All Hallows' Eve, esta festividad vasca ofrece una mirada propia sobre el vínculo entre la vida, la muerte y la comunidad.
La Gau Beltza resurgió en pueblos como Ondarroa, Lekeitio, Mutriku y Andoain. En estos lugares, cada 31 de octubre, las calles se llenan de velas, calabazas talladas y disfraces tradicionales.
Los elementos más destacados de la Gau Beltza son las calabazas talladas, donde se colocan velas para iluminar la oscuridad y ahuyentar a los malos espíritus. Otra característica es el uso de sábanas viejas con las que los niños y jóvenes representan almas o espíritus errantes.
En el ámbito gastronómico, se acompaña la Gau Beltza con productos de temporada como castañas asadas, boniato y calabaza horneada. En algunas localidades se preparan dulces caseros o se comparten meriendas comunitarias en torno a la hoguera.
El trasfondo espiritual de la Gau Beltza está presente en muchos de sus rituales. Las luces que iluminan la noche evocan la idea de transición entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
La Noche Negra vuelve a resurgir en San Sebastián con nuevas actividades para los niños y niñas. El Ayuntamiento ha organizado talleres, cuentacuentos y una tradicional queimada acompañada de música y tentempiés.
En Aiete, la tarde comenzará con talleres de manualidades, cuentacuentos y la queimada. En Altza, habrá decoración de espacios, chocolatada, trikitilaris, gigantes y un recorrido del miedo que culminará con una suzko zezena y música de DJ.
En Añorga, habrá talleres, cuentacuentos, concurso fotográfico y una sesión de baile. En Antigua ofrecerá un clásico akelarre en el frontón y un recorrido terrorífico.