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El restaurante Fogar do Santiso, ubicado en las afueras de Santiago de Compostela, se ha convertido en un modelo de sostenibilidad gastronómica que asesora a grandes empresas como Inditex. El dueño del establecimiento, Xosé Santiso, nos cuenta cómo su restaurante se basa en la sostenibilidad y la soberanía alimentaria para ofrecer un producto verdaderamente ecológico.
Para Santiso, la clave de su éxito radica en centrarse en productos que antes se desechaban. "Intentamos darle valor a lo que habitualmente se tira", explica. Su tempura, por ejemplo, se hace con hojas, tallos y partes de verduras que antes se descartaban. Además, decide usar la cabeza del pulpo, que solía descartarse en los platos de pulpo a feira.
Además de ofrecer precios más competitivos gracias a centrarse en productos de menor consideración, Fogar do Santiso ha establecido una neta con barcos de pesca artesanal para obtener pescado sostenible. "Creemos que esto forma parte de construir un sector primario capaz, de calidad y sostenible", destaca Santiso.
El dueño del restaurante también critica la falta de tecnología en la industria gastronómica y sugiere una cooperación entre restaurantes para tener proveedores y transformadores comunes. "No poseen la tecnología necesaria para optimizar procesos ni almacenar volúmenes considerables", observa.
Para Santiso, el reto principal es ilusionar y generar relevo generacional e innovación. "Hay un problema con la dignificación de los oficios del sector primario y son el primer eslabón de la cadena", destaca. Afirmaba que falta amor por la tierra y por el campo, lo que hace que sea difícil para las personas jóvenes encontrar motivación para trabajar en este sector.
En resumen, Fogar do Santiso se ha convertido en un modelo de sostenibilidad gastronómica que combina la calidad con la ecológica. El dueño del restaurante, Xosé Santiso, nos muestra cómo es posible ofrecer un producto verdaderamente sostenible y asequible, y promueve una forma de trabajar que priorice la dignificación del sector primario y la innovación.
Para Santiso, la clave de su éxito radica en centrarse en productos que antes se desechaban. "Intentamos darle valor a lo que habitualmente se tira", explica. Su tempura, por ejemplo, se hace con hojas, tallos y partes de verduras que antes se descartaban. Además, decide usar la cabeza del pulpo, que solía descartarse en los platos de pulpo a feira.
Además de ofrecer precios más competitivos gracias a centrarse en productos de menor consideración, Fogar do Santiso ha establecido una neta con barcos de pesca artesanal para obtener pescado sostenible. "Creemos que esto forma parte de construir un sector primario capaz, de calidad y sostenible", destaca Santiso.
El dueño del restaurante también critica la falta de tecnología en la industria gastronómica y sugiere una cooperación entre restaurantes para tener proveedores y transformadores comunes. "No poseen la tecnología necesaria para optimizar procesos ni almacenar volúmenes considerables", observa.
Para Santiso, el reto principal es ilusionar y generar relevo generacional e innovación. "Hay un problema con la dignificación de los oficios del sector primario y son el primer eslabón de la cadena", destaca. Afirmaba que falta amor por la tierra y por el campo, lo que hace que sea difícil para las personas jóvenes encontrar motivación para trabajar en este sector.
En resumen, Fogar do Santiso se ha convertido en un modelo de sostenibilidad gastronómica que combina la calidad con la ecológica. El dueño del restaurante, Xosé Santiso, nos muestra cómo es posible ofrecer un producto verdaderamente sostenible y asequible, y promueve una forma de trabajar que priorice la dignificación del sector primario y la innovación.