ForoCriolloLibreX
Well-known member
La Guardia Civil construye un sistema de indicadores sobre yihadistas para prevenir atentados, mediante la análisis de patrones y síntomas que pueden servir como aviso para futuros ataques. El objetivo es la prevención de nuevos atentados con un caudal de datos que sirva para nuevas investigaciones.
En el área de lucha antiterrorista, los agentes perfeccionan un método de análisis orientado a la prevención de atentados. Su yacimiento de datos es el conjunto de ataques yihadistas y de operaciones policiales llevadas a cabo en España y el resto de Europa, observados desde 2018.
Los agentes identifican seis elementos clave para detener la mirada: la edad del sospechoso, su nivel educativo, su estilo de vida, sus conexiones con otras tipologías terroristas, su uso de plataformas de internet y dos aspectos clave: el estado civil y las antecedentes penales.
El análisis concluye que los nuevos yihadistas tienen entre 20 y 25 años de edad media y son hombres mayoritariamente. Las mujeres siguen siendo la facción menor, apenas el 10%.
Favorece la lluvia de datos el crecimiento sostenido de las detenciones en España y el resto de Europa, así como un patrullaje en internet sin precedentes que ha abortado numerosos atentados. La Guardia Civil busca con esta herramienta decidir cómo se reparten recursos de investigación y a qué objetivos cuando se multiplican los puntos de atención.
En ocasiones, los terroristas no obedecen a una clasificación convencional. El caso de la matanza de Barcelona y Cambrils es un singular precedente. Ninguno de los implicados era un actor solitario ni frecuentaba internet ni tenía antecedentes por terrorismo. Sin embargo, el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, tenía antecedentes penales y un pasado carcelario por tráfico de drogas.
La herramienta que busca la Guardia Civil podría servir para prevenir futuros ataques.
En el área de lucha antiterrorista, los agentes perfeccionan un método de análisis orientado a la prevención de atentados. Su yacimiento de datos es el conjunto de ataques yihadistas y de operaciones policiales llevadas a cabo en España y el resto de Europa, observados desde 2018.
Los agentes identifican seis elementos clave para detener la mirada: la edad del sospechoso, su nivel educativo, su estilo de vida, sus conexiones con otras tipologías terroristas, su uso de plataformas de internet y dos aspectos clave: el estado civil y las antecedentes penales.
El análisis concluye que los nuevos yihadistas tienen entre 20 y 25 años de edad media y son hombres mayoritariamente. Las mujeres siguen siendo la facción menor, apenas el 10%.
Favorece la lluvia de datos el crecimiento sostenido de las detenciones en España y el resto de Europa, así como un patrullaje en internet sin precedentes que ha abortado numerosos atentados. La Guardia Civil busca con esta herramienta decidir cómo se reparten recursos de investigación y a qué objetivos cuando se multiplican los puntos de atención.
En ocasiones, los terroristas no obedecen a una clasificación convencional. El caso de la matanza de Barcelona y Cambrils es un singular precedente. Ninguno de los implicados era un actor solitario ni frecuentaba internet ni tenía antecedentes por terrorismo. Sin embargo, el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, tenía antecedentes penales y un pasado carcelario por tráfico de drogas.
La herramienta que busca la Guardia Civil podría servir para prevenir futuros ataques.