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Un grupo de ladrones logró llevarse una valiosa colección de joyas en apenas siete minutos, dejando al Museo del Louvre deslumbrado. El robo ocurrió este domingo y sigue sin que se conozcan los motivos detrás de la operación.
Según las primeras investigaciones, el grupo estaba compuesto por cuatro miembros preparados y utilizó técnicas sofisticadas para llevar a cabo el robo. La fiscal de París ha señalado que "todo esto muestra una preparación" y ha mencionado varias hipótesis, incluyendo la posibilidad de un encargo de un coleccionista privado o la venta de las piezas por separado.
En cuanto a las joyas robadas, según el diario Le Parisien, se tratarían de ocho piezas históricas de la colección de Napoleón y la realeza francesa del siglo XIX. Entre ellas se incluyen una diadema atribuida a la reina María Amelia y un collar de zafiros que pertenecía a ambas reinas.
Del conjunto de Marie-Louise, esposa de Napoleón, desaparecen el collar de esmeraldas y un par de pendientes de esmeralda. También se han perdido una tiara perteneciente a la emperatriz Eugenia y un broche conocido como broche relicario.
La corona de la emperatriz Eugenia, que al parecer fue perdida durante la huida, es un símbolo del esplendor del Segundo Imperio. Está adornada con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas y fue creada por el orfebre Alexandre-Gabriel Lemonnier para la Exposición Universal de 1855.
El grupo de ladrones que entró en el Louvre se ha identificado como un comando especializado, mientras que las piezas robadas pueden haber sido vendidas a un coleccionista privado o desmembradas y vendidas por separado. La investigación sigue en marcha para determinar los motivos detrás del robo y recuperar las joyas robadas.
Según las primeras investigaciones, el grupo estaba compuesto por cuatro miembros preparados y utilizó técnicas sofisticadas para llevar a cabo el robo. La fiscal de París ha señalado que "todo esto muestra una preparación" y ha mencionado varias hipótesis, incluyendo la posibilidad de un encargo de un coleccionista privado o la venta de las piezas por separado.
En cuanto a las joyas robadas, según el diario Le Parisien, se tratarían de ocho piezas históricas de la colección de Napoleón y la realeza francesa del siglo XIX. Entre ellas se incluyen una diadema atribuida a la reina María Amelia y un collar de zafiros que pertenecía a ambas reinas.
Del conjunto de Marie-Louise, esposa de Napoleón, desaparecen el collar de esmeraldas y un par de pendientes de esmeralda. También se han perdido una tiara perteneciente a la emperatriz Eugenia y un broche conocido como broche relicario.
La corona de la emperatriz Eugenia, que al parecer fue perdida durante la huida, es un símbolo del esplendor del Segundo Imperio. Está adornada con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas y fue creada por el orfebre Alexandre-Gabriel Lemonnier para la Exposición Universal de 1855.
El grupo de ladrones que entró en el Louvre se ha identificado como un comando especializado, mientras que las piezas robadas pueden haber sido vendidas a un coleccionista privado o desmembradas y vendidas por separado. La investigación sigue en marcha para determinar los motivos detrás del robo y recuperar las joyas robadas.